La edición Nº 28 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata tuvo un ingrediente muy especial: la visita de Bong Joon Ho. El director coreano llegó a la ciudad balnearia para integrar el Jurado Oficial, encargado de elegir a la película ganadora de la Competencia Internacional. No solo tuvo esa responsabilidad, sino que Bong fue el foco de una sección retrospectiva dedicada a casi la totalidad de su filmografía.

Edición tras edición del festival, el cine asiático ha ganado un lugar privilegiado entre la oferta cinematográfica, siendo el de la Península uno de los preferidos por los organizadores.

Tal como ordena la lógica del tiempo, comenzaremos por los inicios de
Bong Joon Ho, allá por el año 2000…

Barking Dogs Never Bite

“Es un ejemplo temprano de aquello que hace fascinante a
Bong Joon Ho como cineasta, que es su convencimiento en el poder de la ficción para revelar los rincones ocultos de la historia, así como del potencial de sus compatriotas para producir anécdotas, por así decirlo, poco comunes. Con esa doble intuición, con espíritu de comedia negra y de la mano de su extraña pareja protagónica, la película se pasea por el complejo de edificios, y asocia el placer cinematográfico a las perplejidades de una caminata: buena parte de su fuerza está en descubrir con ojos extrañados la galería que puebla el barrio y ciertos secretos coreanos que no excluyen lo siniestro.”


Con con muy buen recibimiento, la primera película de Bong logró captar la atención de muchos, pero faltaba un poco de tiempo para que el público local le diera el visto bueno.

Memories of murders

Ya con Memorias de un asesino (2003), su segunda película, las cosas fueron un poco diferentes. En este caso la trama se enfoca en:

Un grupo de policías que está tras los pasos de un asesino serial suelto en una zona rural de Corea. Al contrario de lo que suele ocurrir con las películas de este género, el asesino (un mal omnisciente) pasa por momentos a un segundo plano, y el foco de la historia se centra en los policías, su lucha contra la burocracia estatal y otros males sociales. Los cruces de género y destellos de humor negro ya presentes en su ópera prima logran aquí una medida exacta, para redondear una película casi perfecta.


Es a partir de este proyecto que Bong comienza a ocupar un lugar trascendente en el cine coreano contemporáneo.

The Host

De todas formas, todo estaba por explotar con su próxima película, uno de los sucesos de taquilla más grandes en la historia del cine local “The Host” (2006).

Recupera la idea del cine popular y la lleva a una altura que recuerda a Chaplin. Película de monstruos, en donde la criatura resulta tan maligna como los funcionarios y los científicos; comedia trágica, cuyos protagonistas provienen de lo más bajo de la escala social y tienen almas distinguidas, es graciosa hasta las lágrimas y una apuesta al poder de la emoción y la inteligencia. La familia Park: estos héroes limitados están convencidos de que el amor debe ser absoluto y la entrega incondicional, son capaces de enfrentar cualquier contratiempo, cualquier desastre a partir de un sentido de la abnegación y un deseo de justicia que brillan como un manantial en el barro.


A esta altura, el clamor del público ya era suyo y la escena internacional comenzaba a tomar nota de su singular talento.

Mother

Con “Mother” (2009), Bong demuestra que lo suyo no es el conformismo y se vuelca a una película un poco más intimista, pero no por eso menos atractiva.

La historia de esta sufrida progenitora, en busca de las pruebas del asesinato por el que acusan a su hijo, demuestra nuevamente el clasicismo de Bong quien, más allá de pertenencias genéricas (o su mezcla), retrata una sociedad partida en dos por el capitalismo y la bonanza económica. Mother, cuarto largometraje de Bong Joon-ho, será exhibido en una nueva versión en blanco y negro, especialmente preparada por él y su director de fotografía, Hong Kyung-pyo.

Snowpiecer

Snowpiercer”, su ultima gran película:

El mundo entero se ha congelado por completo debido a un desvarío climático. Un tren con los últimos sobrevivientes transita por las vías sin un destino determinado.
En él, como en el mundo anterior a la catástrofe, las diferencias entre estratos sociales está presente: en una sección conviven hacinados y hambrientos aquellos pertenecientes a la clase más baja, mientras que en otro sector los alimentos, las bebidas y el confort están a la orden del día. La desigualdad se perpetua incluso después del desastre.
17 años después de los eventos que desencadenaron esta situación, Curtis, uno de los pasajeros de la sección más pobre se pone al frente de una revuelta que a preparado durante mucho tiempo. Tomar el control del tren es el objetivo principal de su plan. Junto con sus seguidores emprenderá esta difícil tarea que promete presentarte más de un obstáculo en el camino hacia la libertad.

Fuente: KoreanFilm.or.kr + MarDelPlataFilmFest.com Foto: variety.com hiroshi@xiahpop.com