¿Discriminación en la industria del entretenimiento de Corea?


La cultura pop de Corea (especialmente K-dramas y K-pop) se ha convertido en un fenómeno global gracias a internet. En los últimos años, millones de fans de lugares recónditos del planeta, diversas culturas, religiones y etnias, mostraron interés en su industria del entretenimiento. Sin embargo ¿Estas diversidades son tenidas en cuenta por el entretenimiento o todavía prevalece la discriminación?

Sociedad homogénea, poco contacto con otras culturas y discriminación

Lo primero que piensan muchas personas cuando se habla de Corea del Sur es que se trata de una sociedad cerrada. Sus artistas, ahora expuestos globalmente, están todo el tiempo en el ojo de la tormenta por comentarios ignorantes o descuidados.

Hay una explicación lógica; recién en los últimos años comenzaron a ser conscientes de la razón por la que sus productos culturales se han vuelto globales. Pero principalmente no hay que olvidar que se trata de es un país homogéneo: el 99% de su población siguen identificándose como coreanos étnicos.

Corea del Sur recién en las últimas décadas comenzó a aceptar extranjeros en sus puestos de trabajos y universidades por lo tanto no hay muchos que sepan hablar el idioma fluido. Eso explica el total dominio de artistas coreanos en sus producciones.

La llegada de los idols del K-pop que abrazan la diversidad

Los comentarios de índole colorista o racista de los idols coreanos vienen más por el lado de la ignorancia y el poco contacto con otras culturas. Al comienzo la llegada de idols extranjeros asiáticos como Hangeng (Super Junior) significó una apertura, no solo comercial, sino también cultural.

La buena aceptación llevó a la industria a llegar un poco más lejos. Los precursores fueron, hace ya algunos años, Yoon Mirae, Tiger JK e Insooni.

Actualmente también hay idols hijos de parejas de etnias mixtas que se volvieron populares en la industria del entretenimiento como Somi (ganadora del reality Produce 101), Vernon (rapero del grupo SEVENTEEN), Shannon (solista) y Michelle Lee (solista surgida de K-pop Star).

Lo que todavía parece estar lejos es la incorporación de extranjeros (no asiáticos) a grupos idols. La ex-integrante de Rania, Alexandra, podría ser una de las primeras pero el público no la recibió de la manera esperada.

Vernon (SEVENTEEN) a los 8 años contando como experimentaba la discriminación en Corea. “¿Todos saben lo que es un halfer? Halfer es una palabra que el coreano inventó con el fin de menospreciar a la gente de sangre mixta. Soy halfer de papá coreano y mamá americana Mis ojos y el color de mi piel son como los occidentales así que cuando salgo, la gente me miraba fijamente. Soy como cualquier otra gente, pero como me miran fijamente, me siento como un “forastero.” Entre mis amigos, hay otros halfers. Deseo que las personas se respeten mutuamente y no juzguen por su apariencia”

Según un reciente editorial de The Korea Times, el racismo sigue estando muy presente en la industria coreana del entretenimiento. Pero eso también es causa de una sociedad coreana que no esta acostumbrada a ver extranjeros.

Este video del show de variedades Hello Counselor retrata con un ejemplo el grado de ignorancia, en determinadas cuestiones, de la sociedad coreana hacía la población africana.

También discriminación religiosa, como esta coreana musulmana que cuenta su experiencia

Actores, panelistas, modelos y entretenedores de otros países

La industria televisiva y el modelaje todavía tiene un largo camino por recorrer. Los productores prefieren no contratar extranjeros ya que su público es mayormente coreano y creen que tendrán poco rating. Casi siempre son retratados bajo estereotipos convencionales. Pocos han logrado destacarse como Daniel Henney (americano-coreano) y Samuel Okyere (Ghana).

Justamente es el actor y panelista Samuel en primera persona quien cuenta como sufre la discriminación en Corea. Y lo hace en perfecto coreano.

En las pasarelas y en la gráfica, podemos encontrar modelos coreanos, chinos, japoneses e incluso caucásicos. Pero rara vez de etnias africanas, latinas o del sudeste asiático. Es decir, aquellos que tienen la piel con más melanina. Han Hyun Min es la excepción que podría romper el molde. El modelo coreano-nigeriano es el ejemplo de lo que debería ser la industria de la moda. Pero todavía es sumamente discriminado y considerado un extranjero aún cuando nació en Corea y el coreano su lengua principal.

Hyun Min, el modelo coreano-nigeriano que esta rompiendo estereotipos.

La hallyu debe diversificarse para crecer

Si la Hallyu pretende lograr popularidad mundial este es el momento de diversificarse. La atención internacional esta en su punto más alto y todavía la mirada hacía la industria cultural coreana es negativa. Para llegar a mayor cantidad de público deben incorporar otras culturas (sin apropiarse de ellas, obviamente) y por ende representantes de las mismas.

Los fans extranjeros no debemos dejar de apuntar a estas cuestiones. Hacer una industria coreana más inclusiva y diversa también esta en nuestras manos.

Fuentes: KoreaTimes,Co.Kr; DramaFever.Com