Siempre es interesante analizar las distintas variantes que un fenómeno supone. Su carácter súbito, lo repentino de su aparición y la irreverencia que propone en su coreografía hacen de Gangnam Style un tópico que necesariamente debe ser explorado desde distintos enfoques. En Xiahpop hemos hablado largo y tendido sobre el éxito de PSY y el abanico de manifestaciones públicas que han surgido a partir de su éxito musical. En esta oportunidad junto con el certero análisis de un académico, les ofreceremos una nueva perspectiva.

Mariano Turzi es Doctor en Relaciones Internacionales y Dir. del Programa de Asia Pacifico de la Univ. Torcuato Di Tella. Su artículo “El ritmo de la noche global” nos invita a replantearnos el surgimiento de este éxito musical desde una perspectiva social, estrechamente ligada a la globalización. Haremos nuestras sus palabras, siempre invitándolos a reflexionar con nosotros y a compartir sus ideas en los comentarios.

El ritmo de la noche global de Mariano Turzi

La canción “Gangnam style” del artista surcoreano PSY es el último fenómeno de la cultura global. Se baila, se utiliza como cortina de programas de tv y se han hecho versiones paródicas hasta para la campaña presidencial norteamericana. Se expandió de forma “viral” en Twitter y Facebook, y tiene cientos de millones de reproducciones en Youtube.

Tal es el impacto de este fenómeno que en octubre, el Gangnam Style fue reapropiado por el artista disidente y activista social chino Ai Wei Wei quien hizo su propia versión, filmada desde su arresto domiciliario. La canción es la misma, sólo que el artista se muestra bailando con amigos en su casa-estudio en Caochangdi, en las afueras de Beijing. En estas primeras líneas, ya surge un tópico que resulta interesante y es fundamental para entender las consecuencias futuras: el traspaso de las fronteras; lo local comunicándose de manera súbita con el Mundo.

Turzi desarrolla su planteo teórico a partir de una idea a la que considero central en esta cuestión. El foco de atención del Gangnam ha estado en la música pegadiza, la coreografía novedosa o el aspecto peculiar de PSY. Pero una mirada que tome al hecho artístico en su imbricación con la estructura socioeconómica y política coreana la mostraría más como una caricatura crítica del materialismo irracional de una sociedad que experimenta la modernidad capitalista. Todo el videoclip es una ácida crítica al estilo de vida que se vive en el distrito de Gangnam, Seúl. En esta zona se concentran clubes nocturnos, restaurantes caros y centros comerciales con marcas de alto nivel. Los residentes son gente rica, linda y con estilo, siempre vistiendo a la moda. Son una clase globalizada y tecno-cool. Poseen y exhiben todos los símbolos de estatus: el automóvil Mini, la cartera Louis Vuitton, la computadora Mac o el café (latte) de Starbucks. Son el nouveau riche de países emergentes.

La deconstrucción del videoclip que hace este académico nos aclara un poco más cual es el fundamento para abonar dicha reflexión. Vivir al “estilo Gangnam” es ser decididamente materialista, acérrimamente individualista y frenéticamente consumista. Esto es lo que satiriza PSY. La estética es intencionalmente bizarra y ridícula, ya que en esa reducción al absurdo es donde el artista evidencia su crítica al estilo de vida Gangnam. La narrativa paródica de todo el video es una sucesión de hechos que demuestran lo inútil de perseguir esa vida de lujo y frivolidad. Ello se plasma en las sucesivas e infructuosas búsquedas de obtener el ansiado estatus Gangnam. PSY aparece tomando sol en una playa como un playboy, pero luego se revela que está en un arenero rodeado de niños. Se pasea junto a dos mujeres sensuales y en vez de caer sobre ellos una lluvia de papel picado reciben sucios pedazos de diarios. Emerge de una pileta que en realidad son baños públicos. Aparece en una lujosa silla que resulta ser un inodoro. Se ven caballos a lo largo del video, pero PSY sólo se sube a los de una calesita. Se ven autos de lujo pero está bailando en el garaje. Busca ser parte del alto circuito nocturno pero termina bailando en un bus (una práctica usual en Corea entre gente de mediana edad, pero muy poco fashion). Finalmente, encuentra la mujer que ansía en el subte más que en una exclusiva discoteca.

Claro está que este no es el denominador común de toda la sociedad coreana, pero poco a poco se está convirtiendo en una meta social que suscita el accionar de diferentes sectores.

Visión crítica de Gangnam Style

 

Confieso que hasta el momento de leer este artículo no tenía noción de esta visión crítica, más allá de alguna que otra idea orientada en ese sentido pero sin indagar más que desde una posición adoptada en torno a todo el fenómeno K-Pop. El fenómeno artístico siempre está influido por el contexto social. La estructura económica condiciona el hecho artístico. Si el arte puede escenificar los conflictos dentro de una sociedad o expresar los antagonismos fundamentales de la estructura socioeconómica, entonces el Gangnam style puede leerse como denuncia del autointerés y el egocentrismo consumista del sector pudiente coreano. afirma Turzi.

Los invito a leer el artículo completo para descubrir cual es el reflejo de este fenómeno en la Republica Popular China, siendo Ai Wei Wei un protagonista inequívoco.

Obviando a otro de sus poderosos vecinos, Japón, el autor traza un inteligente paralelismo entre la sociedad coreana y china, poniendo de manifiesto cuales son las diferencias y similitudes en el manejo de este tipo de fenómenos. La expresa mención del “poder blando” –esa forma sutil de poder que Joseph Nye define como la capacidad de que otros quieran ser como uno, adoptando sus prácticas, hábitos y valores- aparece como una idea clave para articular las reflexiones en torno al Hallyu y su más insigne representante.

La estructura de relaciones económicas y políticas configura de este modo el campo artístico, que a su vez conforma los límites de la creación, producción y circulación de los productos culturales asiáticos.[…] La producción simbólica es comprendida como un proceso de significación. Y la representación artística tiene la capacidad de significar la realidad social, lo cual puede contribuir a sostener o subvertir el orden establecido. Espero que a través de estas ideas les hayamos dado la posibilidad de repensar este fenómeno y a su vez, otorgado una herramienta más para entender el mundo del K-Pop. En Xiahpop estamos convencidos de que la música esta hecha para divertirse y disfrutar, ese es el leitmotiv de este sitio, pero también estamos seguros de que la reflexión sobre estos temas nos da un valor agregado que potencia ese disfrute. Ahora tenes un argumento más para debatir con todos aquellos que solo ven en PSY a un “gordito simpático”; afilá tus ideas, disfrutalas y ponelas en práctica.

Via: Mariano Turzi en Revista Ñ