Hay un adjetivo al que suelo recurrir con regularidad y en muchos casos reconozco que ese uso deviene en desatinado. Se considera irreverente a aquel que en cierta forma deja el respeto de lado, no como simple síntoma de mala educación sino con un significado un poco más complejo. El apartamiento de las formas y la irreverencia son entonces dos de las características que sin equivocarnos le podremos a atribuir a Lee Sang Woo, director de “I Am Trash”.

Supe de él hace unos años cuando en este mismo espacio comentamos “Barbie” (2012), una aproximación fílmica a la temática del abuso infantil y la trata de personas, terreno áspero y pocas veces tratado en la filmografía coreana. En esta oportunidad retomo su trayectoria a partir de “I Am Trash”, su nuevo proyecto presentado en el marco del “Fantastic Fest” (Austin, USA). El mismo constituye el último eslabón de la trilogía inaugurada por “Mother is a whore” (2009) y continuada por “Father is a dog” (2010). A su vez es su segunda película estrenada en el año, ya que fue en el Festival Internacional de Cine de Jeonju donde presentó “Dear Dictator”.

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En “I Am Trash”, Lee retoma la temática tratada en films anteriores y opta por llevarla un poco más allá. En este caso la disfuncionalidad familiar queda patente en el vínculo que se ven obligados a afianzar unos hermanos cuando su padre, acusado y condenado por violación, regresa a la vida en libertad. Es a partir de allí que las desviaciones que en un primer momento solo parecían tentativas de lo perverso se apoderan de los hermanos, y reside en uno de ellos el deber de evitar que todo se desmadre. Hay en la película una constante reinterpretación de los vínculos fraternos y filiales, a la vez que una aguzada critica a la actual situación de los pederastas y violadores queda en evidencia a medida que la película toma forma. Lee Sang Woo no titubea en su apuesta y eso es algo que se agradece.

Tal como nos ilustra David Bell de “Modern Korean Cinema”, la temática tratada en “I Am Trash” se corresponde con una problemática que está instalada en el seno de la sociedad coreana. La reciente introducción de la castración química y la importancia que le dio al tema la actual presidenta Park Geun Hye en su campaña electoral, nos dan la pauta de aquello a lo que nos referimos. La ahora primera mandataria llegó a sostener en el 2012 que los delincuente sexuales merecían incluso la pena capital, una declaración que en otro contexto aparejaría un gran costo político. Es en el campo legislativo donde se han registrado importante avances, siendo muchos de ellos conquistas por las que hace años se venían luchando, como es el caso del reconocimiento de los hombres víctimas de ataques sexuales. La nueva obra de Lee Sang Woo no escapa a la polémica, pero la buena recepción que tuvo por parte de la crítica y los espectadores en el Festival quizá la coloca como una de las grandes sorpresas de este año.

Fuente: KoreanFilm.or.kr + ModernKoreanCinema.com / hiroshi@xiahpop.com