Naufragio del Sewol: Continua la desesperada búsqueda de sobrevivientes


Corea del Sur sigue paralizada por la tragedia que por cuarto día consecutivo mantiene en vilo a autoridades militares, civiles y población en general, quienes aúnan esfuerzos para hallar más sobrevivientes en el buque hundido. Las perspectivas son cada vez más preocupantes, pero el pueblo coreano se aferra a la esperanza que siempre los ha caracterizado, duplicando día tras día las oraciones y llevando a límites sobrehumanos las tareas de rescate.

Alrededor de 652 efectivos de la fuerza naval y guardia costera, junto con buzos particulares, se están enfrentando a las pésimas condiciones climáticas y geográficas para hallar con vida a las 273 personas que se presume permanecen atrapadas dentro del buque Sewol. El número total de muertos asciende al momento a 32, totalizando un total de 174 los pasajeros rescatados. Contra todos los pronósticos e inclemencias, la búsqueda se profundiza y más allá de que las posibilidades son mínimas, los equipos trabajan sin cesar incluso entrada la noche.

El gobierno ha evaluado la posibilidad de declarar zona de desastre a la región de Ansan, ciudad de la que provienen los 250 estudiantes que aun permanecen desaparecidos, junto con Jindo, el lugar del hundimiento. “Está la necesidad inmediata de brindar apoyo para contrarrestar los daños físicos y emocionales que ha generado esta tragedia” aseguró una fuente oficial. Una vez hecha la declaración como zona de desastre, el Gobierno se hará cargo del 80% de los costos asociados al desastre.

Las autoridades judiciales también coordinan su accionar, agilizando los pasos necesarios para esclarecer las circunstancias inmediatamente anteriores al naufragio. Tal como trascendió en diferentes medios de comunicación, Lee Jun-seok, capitán del barco, junto a dos tripulantes más han sido detenidos y puestos a disposición de la justicia. Se espera que en las próximas horas, luego de las respectivas declaraciones, se esclarezca la situación procesal de quienes se estima son responsables directos de las maniobras que desembocaron el hundimiento del Sewol. La condena social no ha tardado en aparecer y es unánime el repudio frente a la negligencia con la que actuaron los miembros de la tripulación.

Los héroes de la tragedia

Suena casi mezquino hablar de medidas oficiales cuando cientos de madres se aferran a la posibilidad de que sus hijos pasen a integrar la lista de sobrevivientes. Las muestras de apoyo que han surgido desde el primer momento del accidente son realmente conmovedoras y no dejan lugar a especulaciones, operaciones mediáticas o cualquier otro tipo de actitud que exceda los valores humanos que entran en juego frente a este tipo de tragedias.

Es por ello que queremos rescatar las historias de algunos ciudadanos que frente al desastre se han comportado como verdaderos héroes. Park Ji-young, de tan solo 22 años y miembro de la tripulación del Sewol, entregó su vida para asegurar la supervivencia de los pasajeros. La joven se dedicó hasta ultimo momento a asegurarse que todos quienes estaban en el tercer y cuarto piso de la embarcación tuvieran puestos sus chalecos salvavidas, conduciéndolos hasta las salidas de emergencia en plena crisis.

Repetidamente le pregunté porque no se colocaba el chaleco, y ella me contestó que no se iba a retirar del buque hasta que todos los pasajeros estuviesen a salvo. Me aseguró que ella junto con los otros miembros de la tripulación serian los últimos en salir” manifestó emocionado un sobreviviente a un medio de prensa. Park había comenzado a trabajar en la compañía de ferry en el 2012, con el objetivo de ayudar económicamente a su familia, más allá de que había sido aceptada en una universidad del sur de la provincia de Chungcheon. El desconsuelo de su madre al recibir el cuerpo sin vida de su hija fue lo suficientemente elocuente para ilustrar el sacrificio de esta joven que privilegio el bienestar de sus pares frente a su propia vida.

Otra conmovedora muestra de heroísmo es la que ofreció Jeong Cha-woong, que a sus 17 años entregó su chaleco salvavidas a un amigo y se arrojó al agua para rescatar a otros pasajeros. Fue otra la suerte que corrió Kim Hong-gyeong, un sobreviviente de 59 años de edad, que puso en riesgo su vida para salvar a parte del pasaje. Con una cuerda de 10 metros hecha con las cortinas del Sewol logró rescatar a una decena de pasajeros que luchaban para salir a flote. Con el agua sobrepasando la mitad de su cuerpo logro cumplir su tarea y una vez se aseguró de que quienes estaban con el habían sido puestos a salvo, fue rescatado por un buque pesquero que colaboraba con las tareas de rescate.

Park Young-sup, de 56 años de edad, fue uno de los tantos pescadores que sin dudarlo se sumaron al rescate, siendo uno de los primeros en llegar al lugar del accidente luego de recibir una señal de alerta. Junto con otros compañeros logró rescatar a 27 personas y llevarlas con su embarcación a una zona fuera de peligro. “Se lo que experimentas en situaciones como estas, cuando estás al borde de la muerte” confesó al ser consultado por la prensa local. En su figura está resumido el esfuerzo de decenas de pescadores anónimos que sin dudarlo acudieron a prestar su colaboración. Sin dudas es en el amor por el otro que está la única salvación.

Fuente: YonhapNews.com + KoreaHerald.com / hiroshi@xiahpop.com