Hoy vamos a hablar de The Tower una exitosa película coreana de acción que se estreno en el 2012 y que los fans del cine con historias de catástrofes van a amar.

Las películas cuyo eje dramático gira en torno a un desastre de magnitudes monumentales no han sido las más mimadas por la crítica ni por el público. La mayoría de ellas, más allá de las grandes campañas publicitarias, se han traducido en un mediocre desempeño en las salas de cine. En Japón es otra la historia, pues el publico de la Isla es afecto a ese tipo de despliegue cinematográfico en el que nada queda en pie, y así suele ser también con la taquilla. The Tower fue la excepción.

Pasemos a la acción. Es víspera de Navidad y en el nuevo complejo de Sky Tower, un par de brillantes rascacielos que rasgan el cielo de Seul, se está preparando una deslumbrante fiesta para agasajar a celebres invitados. Todo es brillante y bonito hasta que el helicóptero encargado de llenar el ambiente con nieve artificial se estrella contra uno de los pisos, desencadenando un incendio que convertirá al edificio en un verdadero infierno en las alturas, poniendo en riesgo la vida de cientos de personas.

Como suele ocurrir en este tipo de historias, un grupo de individuos se convertirán en los héroes de la jornada. Un ingeniero, su hija, el gerente de un restaurante y un bombero con aura legendaria serán los protagonistas de este infortunio ardiente. A diferencia de otras películas de este género en el que nos tomamos un tiempo para conocer la historia de cada uno de los personajes, aquí la acción no da tregua y a pocos minutos de comenzada la película ya nos encontramos rodeados de llamas y con nuestra adrenalina como dramático combustible. En una película de ritmo frenético como esta, el casting se convierte en un valor importante, ya que las caras conocidas obligan a una identificación inmediata del espectador con los personajes. El veterano Sol Kyung Gu encarna a un convincente bombero, mientras que Son Ye Jin y Kim Sang Gyung son sus co-estrellas (un tanto apáticos en sus roles según las primeras criticas). En papeles más pequeños encontramos una grata sorpresa en Ahn Sung Kee, mientras que Kim In Gwon asume el rol con más comicidad dentro de la historia.

El punto fuerte de la película: los efectos especiales. La combinación de un convincente CGI (Imagen generada por computadora), sets elaborados y el uso de efectos reales de fuego, junto con un ágil trabajo de edición generan un fuerte impacto en el espectador. Ya al comenzar la película podemos ver como las aspas del helicóptero destrozan el lado de edificio y el incendio se desencadena inmediatamente en una pesadilla de vidrios rotos y calor agobiante. El fuego se extiende por los corredores con la velocidad de un torrente de agua, generando un pandemonio de devastación y causando muertes a su paso.

Sin dudas estamos frente a lo más elevado en demostración técnica, pero así es también que nos encontramos con el más crudo exponente del cine comercial (ese que no me gusta tanto). Pese a la aparente trivialidad que circunda la trama de este tipo de películas, en The Tower podemos ver un intento de metáfora donde los sectores más elevados de la sociedad sucumben frente a un desastre de magnitudes bíblicas. Es curioso que una película que intenta de manera indirecta señalar a través de personajes menores la inequidad de la sociedad coreana , se haya convertido en un monstruo recaudador; una contradicción que suele repetirse en los últimos años.

Me quedo con el matafuegos en manos por si hay algún comentario incendiario.

Pueden verla en Netflix: https://www.netflix.com/title/70266210

Fuentes: Modern Korean Cinema + KOBIZ | Redacción: Hiroshi