A Werewolf Boy: El amor domestica al instinto

No sé si nuestros lectores son amantes y seguidores de la saga Crepúsculo pero aquí vengo, sin ánimos de ofender, a presentarles un verdadero lobizón. Menos insulso y con ojos rasgados, tal como nos gusta a todos por acá.

La luna llena dominó la taquilla coreana y “A Werewolf Boy” combinando suspenso, fantasía y amor, se apoderó de los primeros lugares.

Una llamada telefónica inesperada es la excusa perfecta para que una anciana radicada en los Estados Unidos visite una vieja casa de campo en su Corea natal, el lugar que la vio crecer y donde pasó toda su infancia.

En ese viaje, su memoria retrocede 47 años para dar testimonio de ese verano de 1965 en el que su vida cambio por completo.

Frente a la impávida mirada de una joven Soon-Yi , entre las sombras un joven lobizón intenta disimular su retorcida figura en la oscuridad. Pese al paso de los años, ese recuerdo sigue vigente tal como si hubiera sido ayer.

Esos ojos salvajes la siguen observando desde el pasado. Comienzan a aparecer en su memoria pequeños recuerdos. Escenas en las que le enseñaba al joven salvaje a esperar para cada comida, la forma en la que debía vestirse, las primeras palabras, la escritura y todos aquellos comportamientos que lo convertían en un ser humano. Con la esperanza de que algún día se pudiera sumar a ese mundo que tan lejano le parecía.

Adoptado por la madre de Suni, quien asume que el jovencito es uno de los más de 60.000 huérfanos producto de la Guerra de Corea, su condición especial pasa a formar parte de lo cotidiano.

El miedo da lugar a la curiosidad, y esta última se transforma en cariño. En virtud de ello comienza  a gestarse un vínculo. El joven abre su corazón, convirtiéndose poco a poco en amor por esa muchacha, la única persona que se había preocupado por él en tanto tiempo.

Frente a las amenazas de todos los días, sin embargo, el instinto adquiere protagonismo y el terror se expande por toda la aldea. A nadie le simpatiza que un perro con tamaño humano esté dando vueltas por ahí.

Esperame, volveré por tí será la promesa que mantendrá unidos a nuestros protagonistas a través de las décadas y el nudo de “A Werewolf Boy”, conmoviendo así a todo el publico coreano.

En el papel del joven lobo (Chul-Soo) encontramos a Song Joong-Ki (송중기), a quien también pudimos ver este año en The Grand Heist o el año pasado en Penny Pinchers. El joven actor nacido en 1985 y con una nutrida carrera en televisión se pone al hombro la película, y más allá de su actuación, logra arrancar el suspiro de más de una espectadora.

La combinación de instinto y naturaleza humana suele ser un ingrediente explosivo para este tipo de roles y la critica especializada ha quedado más que conforme con su labor.

Por otro lado, Soon-Yi, la protagonista, está a cargo de Park Bo-Young (박보영), quizás mas conocida por su participación en dramas televisivos, aunque también la pudimos ver este año en la película Don’t Click.

El elenco se completa con Yoo Yeon-Seok , Jang Yeong-Nam , Kim Hyang-Gi, quienes también ocuparan roles importantes en el desarrollo de la historia.

La película, estrenada en Corea el 31 de Octubre del 2012, lideró la cartelera y se convirtió en una de las películas más taquilleras de ese año.

Después de ver el trailer, caemos en la cuenta de que no se trata de una versión más de la archiconocida Caperucita Roja y el Lobo. En los últimos años el cine coreano se ha desarrollado como uno de los espacios más propicios para las historias ligadas al realismo mágico.

¿A que me refiero? Un evento que trastoca el orden de lo cotidiano y que pone sobre un mismo lienzo aquello que resulta fuera de la norma pero necesariamente tiene que subsistir en un mundo en el que la realidad se impone.

La violencia y la fantasía juegan un papel fundamental en esta película donde el amor domestica el instinto. “Childlike” una bella balada interpretada por John Park sirve como canción principal de la banda sonora original.

Difícil es ignorar la bella fotografía e esta realización, otro de sus puntos fuertes. Advertidos están: los hombre lobo no vienen solo de Hollywood.

Via: Han Cinema