Sin duda alguna el ciberataque que tuvo como objetivo a Sony Pictures se convirtió en uno de los temas más candentes en la agenda diplomática de las ultimas semanas. Mientras que desde Estados Unidos se abrieron las puertas para un acercamiento con Cuba, uno de los últimos bastiones del comunismo internacional, algunas voces disidentes de Corea del Norte afirman que su ciberejército solo está practicando y que el objetivo a largo plazo sería interrumpir las telecomunicaciones y la red de distribución de energía de sus países rivales.

Según los testimonios de algunos norcoreanos expatriados, Corea del Norte habría caído en la cuenta de que el combate tenía que cambiar de terreno y el uso de capacidades militares no convencionales sería una alternativa para este nuevo escenario. Teniendo en cuenta que su armamento ya está quedando algo anticuado –pues en su mayoría fue adquirido y fabricado durante la era de poderío soviético-, los altos mandos del país de la Península estarían reajustando las prioridades. El diario La Nación, destaca las palabras de un desertor que afirmó que “el régimen norcoreano trabaja desde hace años en el desarrollo de tecnologías capaces de interrumpir o destruir los sistemas informáticos que controlan los servicios públicos, como las instalaciones y el suministro eléctrico”.

El ciberataque más resonante de Corea del Norte hasta la fecha es el hackeo a la corporación Sony, que obligó al estudio cinematográfico a cancelar la película “The Interview”, una comedia de ficción sobre el asesinato del líder norcoreano Kim Jong-un. Es preciso recordar que el año pasado Corea del Sur acusó a su vecina del Norte de una serie de ciberataques que paralizaron los sistemas de sus bancos y emisoras de radio y televisión durante varios días. En marzo de ese año, más de 30.000 terminales de bancos y emisoras surcoreanas recibieron el golpe, que fue seguido por un ataque contra los sitios web del gobierno de Corea del Sur.

¿Y Estados Unidos? En sus ultimas declaraciones públicas, el presidente Barack Obama reconoció que Sony cometió un error al hacer una película que tocase una temática tan sensible como lo es la de la situación política en Corea del Norte. Mientras tanto la versión oficial del país gobernado por Kim Jong-un es la de negar todo tipo de acusaciones, reconociendo no obstante el malestar que dicha película generó en toda la nación comunista. Pese a la escalada de declaraciones y replicas a la que asistimos durante la ultima semana, la posibilidad de un ataque en territorio estadounidense es remota. Sin embargo Sony ha decidido suspender el estreno de “The Interview”, en consonancia con la negativa de las salas de cine más importantes del país.

Desde Japón, un aliado fundamental de Estados Unidos en la región, no tardaron en condenar los ataques, independientemente de que la agenda política con Pyongyang se concentra en los ciudadanos japoneses secuestrados por el gobierno norcoreano. En un comunicado oficial del gobierno norteamericano hizo pública su intención: “Las acciones de Corea del Norte tuvieron la intención de dañar significativamente los negocios del país, suprimiendo el derecho de los ciudadanos americanos a expresarse por si mismos”. Tal como señalamos líneas atrás, el presidente, pese a no ser especifico, prometió represalias: “Responderemos de manera proporcional, y lo haremos en el lugar y en el tiempo que corresponda y que nosotros elijamos. Eso no es algo que anunciaremos en una conferencia de prensa”.

Fuente: Diario La Nación (Argentina) + JapanTimes.co.jp / hiroshi@xiahpop.com