La impronta cultural que ha logrado dar a conocer Corea del Sur a través de la ola Hallyu es innegable, convirtiendo al país de la Península en uno de los principales productores de contenido (y con ellos de carga simbólica) del mundo. La vertiente cultural de este fenómeno ya es estudiada por la academia de un lustro para acá, pero cuando se trata de analizar cifras duras y concretas ligadas al ámbito comercial, también nos encontramos con una sorpresa.

Según el ultimo informe presentado por la Agencia para la Promoción del Comercio e Inversión de Corea del Sur (KOTRA, según sus siglas en ingles), la popularidad de la cultura pop surcoreana influyó directamente en el incremento de la producción en sectores tan variados como los de la cosmética, videojuegos, turismo y bebidas, alcanzando cifras de varios miles de millones de dólares en el 2014. En términos concretos, hablamos de un estimulo de 12,5 billones de wones (11.600 millones de dólares) el año pasado, un 4,3 por ciento por encima de los 12 billones de wones (11.200 millones de dólares) del año anterior, según se publicó el ultimo fin de semana en el portal de noticias Yonhap News.

El sector más favorecido fue el ligado a la industria de los videojuegos, seguida en la lista por el turismo y la industria de las bebidas. El mayor incremento interanual fue para la industria cosmética, situación particularmente ligada al consumo de los turistas provenientes de China y otras naciones asiáticas. Contrario a lo que podría indicar el fenómeno de recesión en la economía mundial, la ola coreana cuya punta de lanza es el K-pop, contribuyó a la creación de 102.326 nuevos puestos de trabajo. El envio de productos surcoreanos al exterior también experimentó un incremento cercano al 8,4%, una cifra para nada despreciable.

Estas cifras no hacen más que confirmar una realidad que hace tiempo ha sido captada por los mas audaces del mercado, quienes lejos de menospreciar la incidencia de la cultura pop en el mercado del consumo han optado por aprovecharla y sacar de ella el mayor provecho, una actitud que en su momento caracterizó a economías de Occidente, siendo el caso de Estados Unidos paradigmático en la materia.

Fuente: YonhapNews.co.kr / hiroshi@xiahpop.com