Japón: Programa intensivo de “desintoxicación digital”


En la actualidad es muy difícil no estar vinculado con algún dispositivo digital conectado a la gran Red. Ya sea a través de nuestra PC, smartphone o incluso los televisores o relojes inteligentes, nuestra presencia online se multiplica, haciendo de nuestra individualidad un constante flujo de intercambio colectivo de información. ¿No tuviste nunca la necesidad de desconectarte? Si alguna vez lo has intentado, quizá has notado que no es tan fácil como parece.

Con esto en mente y siguiendo la tendencia iniciada en algunos países, los responsables de Kushunada Co., una empresa turística de Japón, ofrecen unos días de desintoxicación digital en Atami, Prefectura de Shizuoka.

Queremos que nuestros viajeros experimenten algo que exceda a su rutina habitual. Apagando su teléfonos celulares, pretendemos que la gente aprecie el momento y se de cuenta de todo lo que ignora cuando está rodeada de los dispositivos digitales

Declara la jefa ejecutiva de este emprendimiento turístico.

El programa de dos días y una noche, tiene lugar una vez al mes en un espacio especialmente elegido por la compañía, con un cupo de entre 10 y 20 personas para cada jornada. Quienes se inscriban deben dejar todos sus celulares y dispositivos digitales al momento del check-in y recuperarlos recién cuando se retiran. Los relojes tampoco están permitidos y de hecho no hay uno solo en las paredes de todo el edificio.

No queremos que la gente abandone completamente su vida digital, pero queremos que tomen noción del lugar que han pasado a ocupar estos dispositivos en sus vidas y establezcan una relación saludable con ellos”.

El programa combina actividades al aire libre con otras que se desarrollan en el interior del complejo, como juegos para conocer a sus compañeros, una delicada ceremonia del té, meditación con piedras calientes (sekicha) y un programa de ejercicios por la mañana en las bellas playas de Atami. El costo de esta experiencia ronda los 23.000 yenes, y como señalamos está dirigido a un selecto grupo de personas. Mayumi Morimitsu, una oficinista que ya se acerca a las cuatro décadas, decidió inscribirse en las actividades luego de ver un anuncio en el periódico, más que nada movilizada por la curiosidad. Lo que más disfrutó de su estancia en Atami fue un tour a solas por la ciudad en la que solo pudo consultar un mapa impreso, tal como se hacia no mucho tiempo atrás. Confiesa que en ese momento se dio cuenta como su sentido de la dirección y el tiempo se había mimetizado con su teléfono inteligente.

Creo que todos estamos al tanto de lo que provoca la constante exposición a esta clase de dispositivos. Aunque son útiles para el trabajo, el estudio e incluso para comunicarnos a diario con conocidos y extraños, debemos darles el valor que realmente tienen y no permitir que su uso se convierta en un obstáculo para el desarrollo de nuestra vida en común. El contacto con el otro, con la Naturaleza o incluso un momento a solas, es siempre una buena alternativa para hacer un quiebre en la rutina digital y respirar un poco de aire libre de bits. Prueba con dejar tu celular dentro del cajón todo el día  y después me cuentas como te fue; puede convertirse en una experiencia realmente gratificante.

Fuente: JapanTimes.co.jp / hiroshi@xiahpop.com