Probablemente estemos hablando de las galletitas más conocidas en todo el mundo, pues las Oreo se comen desde los fiordos noruegos a los rincones más inhóspitos de la Gran Muralla China.

Más allá de que casi todos los países civilizados han conocido las virtudes de esta simple galleta, no todos tienen la misma forma de comerlas y las preferencias personales cumplen en este sentido un rol fundamental.

¿Vos las consumes enteras, casi como un monstruo disfrutando de un tentador bocadillo o preferís abrirlas y saborear el níveo relleno de a poco? ¿Primero las mojas en leche o apelas a lo crujiente de su cobertura? Sin dudas un debate que se extiende por generaciones de consumidores y  una encuesta realizada en Japón ha decidido tomar el toro por las astas, preguntando a los usuarios de Twitter cual es la manera particular que tienen de comer este producto. Algo que parecía automático e inocente en nuestra más tierna infancia se ha convertido en un debate nacional de un día para el otro. Es un hecho: los adultos crecemos y queremos discutir todo.

Claro está en que  hay miles de formas de disfrutar de esta galletita incluso en la tierra del sushi y el tempura, y mientras alguno de los métodos sugeridos no resulten nuevos para nuestro paladar occidental, es bueno saber que independientemente de el lenguaje o las diferencias culturales, cuando se trata de galletitas estamos todos en un mismo tema. Tres párrafos hablando sobre dos tapas de chocolate rellenas de crema; estamos progresando.

Vale la pena señalar que estas galletitas están disponibles en Japón al igual que en muchos otros países, pero algunos occidentales – particularmente de EE.UU y Canada- suelen quejarse de la falta de dulzor que tienen las producidas en este país. Para la mayoría de los japoneses, las galletitas y los dulces occidentales tienen demasiado azúcar y resultan particularmente empalagosos; lo que explicaría esta merma en el sabor y la diferencia respecto a la receta original. Les fascina cambiar el sabor original de los producto, una practica que se extiende a casi todas las ideas gastronómicas importadas; todo lo hacen a su manera. Casi con 25 años de existencia, estás galletitas llegaron a Japón para quedarse y no creo que nadie las mueva del lugar de privilegio que ocupan, al menos en el corto plazo.

Reza el dicho que una imagen vale más que mil palabras, pero en este caso, el anuncio publicitario que sigue nos demostrará que una mordida es suficiente para entender la totalidad del concepto:

Es inevitable, los comerciales japoneses son los más adictivos de toda la televisión mundial. Destilan ternura en cada segundo. Al igual que en el comercial, el método twist and dunk es uno de los preferidos por los nipones, y la mayoría de los usuarios consultados en Twitter afirmaron que el vaso de leche fresca es indispensable para disfrutar el consumo de esta galletita. Claramente no es la idea más original, pero no todo está perdido, ya que hay otras alternativas que pretenden asumir la vanguardia en el fino arte de comerse la galletita.

“Separar la galletita en mitades y colocar mermelada en la tapa que queda sin crema, es una experiencia altamente deliciosa” señala uno de los usuarios.
Otro de los usuarios, un poco más intrépido, ofrece la siguiente receta: “Colocar galletitas Oreo en un vaso de vidrio y mezclarlas con un poco de hielo. Luego debemos agregar café negro y espolvorear con azúcar moreno.”.
Otra alternativa interesante es la de “colocar las galletitas en una pequeña bolsa plástica; llenarla de leche y cerrarla herméticamente. Luego de un par de horas en el freezer tendremos una sabrosa galletita congelada”.

No todo termina ahí, pues algunos netizen más osados han afirmado pasar las galletitas por una cubierta de harina, huevo y agua y luego un poco de aceite caliente. Sí, Oreos fritas. Más allá de que para nosotros resulte curioso, esta es una de las opciones predilectas por los consumidores ya que en el interior la galletita mantiene su sabor original, mientras que la esponjosa capa que se forma a su alrededor realza la experiencia gustativa. Muchos prefieren mezclar estas galletitas molidas en el queso crema o la salsa para acompañar los waffles.

Los japoneses han demostrado que la innovación es una marca distintiva de su cultura y la ultima opción no hace más que confirmarlo: Arroz Oreo. Era imposible que este clásico alimento no se combinara con el particular sabor del chocolate. Una receta solo apta para aquellos que pretendan sentir un gusto MUY particular. ¿Y ustedes? Se que nuestros fieles lectores no se quedan atrás y seguro tienen su marca especial a la hora de comer estas galletitas. ¿Integras el grupo tradicional de los que la mojan en leche? ¿Divorcias las capas y disfrutas primero de la crema? ¿Apelas a la rudeza y la trituras sin pedirle permiso? En definitiva, la forma no interesa tanto; dejemos que el chocolate amargo y la crema se apropien de nuestra cordura.

Via: Rocket News