Como surgió el ser humano en China y la leyenda de Pangu


En China, los mitos sobre el origen del mundo aparecieron relativamente tarde, y las historias algunas veces presentan contradicciones entre sí. Una de las explicaciones sobre la creación más curiosas (ante nuestros conceptos occidentales) es la historia que involucra al gigante  Pangu (盤古)

Pangu fue el primer creador. En el comienzo, solo había un caos sin forma, del que surgió un huevo de 18000 años. Cuando las fuerzas del yin y yang se equilibraron, Pangu (a menudo representado como un gigante primitivo) salió del huevo y se propuso crear al mundo. Dividió el yin del yang con su hacha gigante, creando al cielo (lo superior) con el yang, y con el yin la tierra. Para mantenerlos separados permaneció entre ellos, empujando el cielo hacia arriba.

Después de 18000 años más, Pangu decidió descansar. Era tan mayor que no pudo despertar y murió. De su respiración surgió el viento, de su voz el trueno, de su ojo izquierdo el sol y del derecho la luna. Su cuerpo se transformó en las montañas, su sangre en ríos, sus músculos en tierra fértil, su barba en las estrellas y la Vía Láctea. Su pelo originó los bosques, sus huesos los minerales, su sudor la lluvia.

Se preguntarán, a estas alturas, de dónde salieron los seres humanos.

Prueben a adivinar

¿Será del corazón de Pangu?

¿Su cerebro tal vez?

Acá es cuando entran en juego las diferentes cosmovisiones. En nuestra cultura el ser humano está situado en la punta de la creación, sin embargo, en este mito, los hombres y mujeres surgieron de las pulgas de Pangu, llevadas por el viento (la leyenda se refiere a los pequeños animales que habitaban su cuerpo).

Para pensar, ¿no?