Reencuentro de familias coreanas, dividas por el Norte y por el Sur.


El pasado 20 de Febrero, más de cien personas se reunieron con sus familias tras seis décadas de separación. Es la primera vez, desde 2010 que familias de las dos Coreas se reúnen. El encuentro fue más que emotivo, una semana después de que un informe de ONU presentara quejas sobre violaciones a los derechos humanos por Pyongyang.

El encuentro se llevó a cabo en el monte norcoreano de Kumgang, cita simbólica entre los dos país enemistados desde 1953. La gran mayoría de coreanos que se encontraron, son hermanos o incluso padres e hijos, madres e hijas, que no han sabido nada de ellos desde el fin de la Guerra de Corea (1953). El emocionante reencuentro fue registrado por cámaras y videos.

La mayoría de las personas que se reencontraron tienen entre 80 y 90 años de edad. El reencuentro se caracterizó por una reunión masiva, en donde los hombres vestían de traje y las mujeres usaban su hanbok, pero con la particularidad de que los norcoreanos llevaban insignias de sus líderes. Imágenes de Kim Jong Il y Kim Il Sung colgaban de sus ropas. Los reencuentros se realizarán del 23 al 28 de Febrero, una locura si uno lo piensa desde nuestro lado. Las visitas a sus afectos queridos están medidas.

Este acto busca “abrir” nuevos caminos de paz entre los hermanos del Norte y el Sur, en términos políticos. Estos reencuentros son considerados “eventos humanitarios” para las agendas políticas de ambos gobiernos, y éste en el 2014, el número decimonoveno en su historia. Siendo este encuentro, el mayor desde 2007.

Pese a las bonitas palabras y al gesto de ambos países, es importante decir que otros tantos coreanos han muerto -y lo seguirán haciendo- sin poder ver a sus seres queridos. Éstas deben ser las cuestiones importantes en la agenda de cualquier.

Estómagos y corazones son las únicas agendas políticas que considero importante.