Los abanicos asiáticos: iconos que nunca mueren
Los abanicos asiáticos son hermosos objetos decorativos de moda y han tenido varias funciones a lo largo del tiempo. En Asia demostraban rangos, eran instrumentos de seducción, de la danza, la guerra y muchísimos significados más.
Un objeto que nació en la prehistoria pero que hasta el día de hoy es un símbolo, a pesar de que su uso ha sido reemplazado por otros instrumentos.
Acompáñenme a conocer más sobre este preciado y vistoso objeto que sobrevivió a lo largo del tiempo.
La historia de los abanicos en Asia
No se tiene cierta exactitud sobre le origen de los abanicos, pero se cree que desde las épocas prehistóricas, cuando el hombre descubre el fuego, se usaban instrumentos parecidos a lo que hoy conocemos como abanicos, para avivar las brasas.
El primer registro sobre su origen es en los pueblos egipcios donde su función era doble: por un lado servían para dar aire y, por otro, espantaban los insectos.
En China, el origen del abanico rígido se sitúa cerca del 2697 A.C, con el emperador Hsiem Yuan, y la referencia escrita más antigua (1825 a. de C.) menciona dos abanicos de plumas ofrecidos al emperador Tchao Wong, de la dinastía Chou. Uno de los más famosos fue el que en el siglo XVII el emperador chino Chun-Hi le regaló a su esposa; fabricado en jade blanco, con mango de ámbar tallado con bajorrelieves.
Tipos de Abanicos asiáticos
Abanico plegable: se dice que su origen ha sido en Japón bajo el nombre ôgi. Es el clásico abanico modesto y funcional como medio para generar aire al agitarlo. Tienen distintas partes que se las describiremos a continuación en la siguiente imagen:
Uchiwa: tipo de abanico japonés fijo. Modelos planos, y por lo general sujetos por un mango de variables dimensiones. Algunos son simétricos y tienen una lámina redonda fijada a un extremo.
Tessen: diseñado para su uso en la guerra. Eran abanicos plegables con radios exteriores hechos de fuertes placas de hierro que fueron diseñados para parecerse a los abanicos plegables normales e inofensivos o sólidos garrotes con la forma y apariencia de un abanico cerrado. Los samurái podían llevar estos a lugares donde las espadas u otras armas abiertamente no eran permitidas, y algunas escuelas de esgrima incluían el entrenamiento en el uso del tessen como arma. El tessen también se utilizó para defenderse de las flechas y dardos, como arma arrojadiza y como una ayuda en la natación.
Gunbai: fueron usados por samurái en Japón para dar órdenes a sus tropas. Eran sólidos, no plegables, y por lo general hechos de madera revestida con metal. Es también un accesorio de llave de un gyōji del sumo profesional. Uno de sus usos se encuentra al final de un combate, cuando el gyōjiseñala con el gunbai al luchador él juzga al vencedor.
Gunsen: eran abanicos plegables usados por los guerreros promedio para ventilarse ellos mismos. Estaban hechos de bronce, latón, madera o un metal similar a los radios interiores, y de un uso frecuente de hierro fino u otros metales para los radios exteriores o la cobertura, haciéndolos ligeros pero fuertes. Los guerreros colgaban sus abanicos en una variedad de lugares, más típicamente en la correa o en el pectoral, aunque este último a menudo impidió el uso de una espada o un arco.
Harisen: es un abanico de papel gigante, que generalmente se hace de forma cerrada, se utiliza en espectáculos de comedia japonesa como una forma de comedia física.
Abanico tradicional coreano (Boo-Chae): “Boo” es la combinación de “dibujar viento” y “manejar”, y “chae” es el marco delgado en el cuerpo del abanico. Un abanico no era sólo para soplar el aire o para refrescarlo: se usaba para ceremonias especiales, eventos musicales, como accesorio, para intercambiar saludos e incluso para clasificar el estatus social. Aunque los dibujos varían, predominan los de colores azul, amarillo y rojo con patrones que representan el yin y yang y la prosperidad.
Leyendas asiáticas sobre abanicos
Dos leyendas sitúan el origen o la invención del abanico en el Lejano oriente.
Una de ellas cuenta que, durante la festividad de las antorchas, la bella Kau-Si, hija del mandarín Kan-Si, que sofocada por el calor, se quitó su antifaz que preservaba su intimidad, y con gesto nervioso y energía singular lo agitó ante su nariz llegando a formar una cortina que, además de lograr que su rostro siguiera invisible para los curiosos refrescó el aire que la circundaba; el gesto atrevido, pero inteligente, fue imitado por el resto de las damas que la acompañaban, para general alivio.
La otra leyenda llega de Japón y hace referencia más técnica al origen del abanico plegable.
Esta leyenda cuenta que un hombre,Toyomaru, que vivía en Tamba en las cercanías de Kioto, estaba en la cama con su mujer cuando un murciélago irrumpió en la habitación. La mujer le pidió que lo echara del cuarto, él remoloneó, y entre tanto el murciélago voló demasiado cerca de una lámpara, se quemó las alas y cayó al suelo. Cuando el hombre se levantó a recoger al animal muerto le llamaron la atención las alas de este y se le ocurrió la idea de inventar un instrumento que batiera el aire como lo hacían las alas del animal plegándose y guardándose cuando fuera oportuno. De ahí que la palabra antigua para abanico plegable en japonés sea komori, murciélago.
Usos del abanico hoy y ayer en Asia
En la danza y teatro: Buchaechum es una danza tradicional coreana también llamada danza de los abanicos, puesta en escena por grupos de bailarinas y ejecutada en ceremonias y celebraciones, utilizando grandes abanicos de plumas decorados con ramas y flores de cerezos, aves, olas, mariposas. Las bailarinas visten el hanbok, traje tradicional coreano. Pudo tener su origen en primitivos rituales chamánicos coreanos, en síntesis con la música cortesana de la dinastía Joseon.
En ceremonias: en el taoísmo, Chung-li Chuan (el primero de los ocho inmortales chinos) usaba abanicos para avivar el espíritu de los muertos; considerado como su emblema, suele tener perfil acorazonado y adornarse con plumas.
En la seducción y el amor: tambien fue un arma de seducción femenina, llegando a desarrollar un complicado código o “lenguaje del abanico” (según la posición en la que se situaba, o la forma de sostenerlo o usarlo, se estaba transmitiendo un tipo de mensaje u otro). Abanicarse rápidamente, mirándote a los ojos se traducía como “te amo con locura”, pero si se hacía lentamente, el mensaje era: “estoy casada y me eres indiferente”. Abrir el abanico y mostrarlo equivalía a un: “puedes esperarme”. Sujetarlo con las dos manos aconsejaba un cruel “es mejor que me olvides”. Si una mujer dejaba caer su abanico delante de un hombre, el mensaje era “te pertenezco“. Si lo apoyaba abierto sobre el pecho a la altura del corazón: “te amo”. Si se cubría la cara con el abanico abierto: “Sígueme cuando me vaya”. Si lo apoyaba en la mejilla derecha equivalía a un “sí”, pero si lo apoyaba sobre la izquierda era un “no”.
En artes marciales: en Japón se practicó el Tessenjutsu. arte marcial del tessen, abanico de guerra. Está basado en el uso de un abanico plegable de hierro, el cual normalmente tiene 8 o 10 costillas. No es un arma muy conocida en occidente, pero su manejo en manos expertas era capaz de proveer una eficaz defensa que muy pocas armas proporcionan.
El mundo de los abanicos tiene larga tela para cortar. Hoy en día podemos ver a los fans japoneses usando uchiwas con cara de sus ídolos o podemos admirar al grupo VIXX con su coreografía de abanicos en Shangri-la. Lo que podemos concluir que se trata de un objeto de decoración, que a pesar de la tecnología, ha pasado la barrera del tiempo y hasta el día de hoy se mantiene de pie tan bello como en sus épocas doradas.
Créditos: wikipedia + ecosdeasia + todoabanicos + bujinkanasturias (fotos) + sakura-no-kuni (foto) + Sam@Xiahpop