Hace algunos días Netflix anunció que lanzarían una serie Live Action basada en el mítico anime Cowboy Bebop, y muchas personas, incluyéndome, se muestran preocupadas por el posible resultado.

Si bien la serie contará con la consultoría del autor original Shinichiro Watanabe, no podemos evitar ponernos escépticos ante este anuncio, principalmente por el rotundo fallo que se cometió con la adaptación americana de Death Note (Aún tengo pesadillas con esa versión de “L”).

Pero primero entremos en contexto ¿Qué es un Live Action?

Básicamente son las adaptaciones con actores reales de obras originalmente hechas con animación ya sea Anime como tal o animaciones digitales y en manga directamente.

Aunque en papel sea muy atractiva esta idea debemos entender que no siempre van a tener el resultado que deseamos, ya sea porque la historia ha sido modificada para un público más extenso, los actores no son los correctos o simplemente porque hay obras que no deberían ser adaptadas en este formato.

¿Pero qué es lo que se debe tomar en cuanta cuando se piensa adaptar una obra a Live Action?

Conocer la obra original

Normalmente las adaptaciones se hacen con el fin de internacionalizar una obra, por lo que muchas veces nos encontramos con casos en donde se les dan las riendas del proyecto a directores que tienen muy poca idea o no conocen su totalidad al autor o el trabajo en el que se van a basar.

Dragon Ball Evolution (20th Century Fox – 2009)

 

Esto hace que el resultado sea muy alejado de lo que los espectadores esperan, casos como el de Dragon Ball Evolution o la versión de Netflix de Death Note en donde se quiere localizar una obra, resulta de muy mala manera para los fervientes seguidores del anime.

Old Boy (Show East – 2003)

 

Por lo contrario, tenemos trabajos realizados de una forma tan bien llevada como es el caso de Old Boy del director Chan-Wook Park, que llegan a ganar el Gran Premio del Jurado, que se llevó en el festival de Cannes del 2004, esto gracias a que logró hacer una adaptación con rasgos propios sin perder las raíces de donde venía.

Actores

No soy crítico de cine, pero hay veces en donde una actuación es tan mala que llegamos a pensar que es una comedia, más que una adaptación.

Sabemos que es difícil igualar las expresiones de un personaje de anime o manga, pero por eso mismo es que el actor debe saber en qué momento puede marcar con su propio sello a un personaje.

Fullmetal Alchemist (Warner Bros. Pictures – 2017)
No siempre es buena idea hacer una actuación totalmente fiel a la original, y es en estos casos cuando se puede jugar con el guion para dar un aire de realismo a la versión del personaje que se está interpretando.

Estética

Al igual que una buena actuación la estética de un personaje es su sello característico, es lo que marca a un protagonista y lo que le da vida propia a una historia.

Rasgos como el cabello, cicatrices e incluso ropa son primordiales al momento de recrear a alguien en 2D, todo el vestuario o maquillaje se puede ver seriamente afectado por cosas tan simples como la recreación del cabello, cuando un personaje tiene un color de cabello que es diferente como un verde o azul Gintoki, es claro que se debe buscar el realismo y no tratar solamente de igualar el color original.

Gintama (Warner Bros. Pictures – 2017)

 

En cambio en las películas de Death Note del 2009 el personaje de “L” está bien logrado, recreando de forma creíble la palidez que lo caracteriza, sin la necesidad de recurrir a la exageración

Efectos especiales

No todas las películas son de ciencia ficción o requieren de efectos muy elaborados, pero cuando se trata de recrear algún escenario, personaje o momento de acción siempre es una gran ayuda el CGI.

Esta herramienta empleada de manera correcta puede enriquecer una historia o hacerla parecer aún más fantasioso en vez de real.

Death Note: Light Up the New World (Warner Bros. – 2016)

 

Es importante remarcar que ni todas las productoras pueden tener el presupuesto suficiente para usar este elemento, pero tampoco se debe abusar de el cuándo se tienen los recursos.

El caso que más me llamó la atención es la película Death Note Light Up the New World, en donde los shinigamis, al fin parecen criaturas de otro mundo, a diferencia se sus predecesoras que más bien parecían maniquíes animados.

Cuando el CGI se utiliza sin abuzar de él se pueden tener resultados muy buenos y creíbles para el espectador.

Duración

Cuando se tiene una serie de 60 capítulos se puede dar el tiempo para desarrollar a cada personaje, de contar historias con las que realmente nos sintamos identificados.

Pero esto no pasa en una película o serie Live Action, en estos casos se tiene un enemigo muy grande y es la duración, en promedio contamos con hora y media de duración en el caso de las películas, pero eso no es suficiente para contar una historia basada en algo que dura 14 o hasta 30 capítulos en un anime.

Rurouni Kenshin (Warner Bros. – 2012)

La mayoría de las veces se tienen que omitir cosas o personajes importantes a cambio de acelerar la trama, eso nos deja con unos personajes flojos o que en la mayoría de los casos tengas que saber previamente la trama principal para reconocer todos los elementos.

La mejor decisión es dividir una historia en 2 o 3 partes, para poder darse el tiempo de explicar todo lo necesario al nuevo público y tener las pausas que sean necesarias en momentos calmados o de tensión.

Conclusión

Siempre vamos a encontrarnos con adaptaciones que tal vez no nos terminen de convencer, pero debemos ser conscientes de que no todo va dirigido al seguidor de la obra original, tampoco podemos esperar que todo sea totalmente fiel al anime o manga, hay que estar abiertos a cambios que tal vez sean para mejorar o darle un punto de vista diferente a la obra.

Cuéntanos, ¿Qué Live Action te han parecido los mejores?, ¿Qué mejorarías en los que no te gustaron?