
China refuerza controles por reventa de muñecos Labubu y Molly
La fiebre por los coleccionables de Pop Mart, especialmente las series Labubu y Molly, está generando tensiones en aeropuertos chinos. Las autoridades aduaneras interceptaron numerosos intentos de ingreso no declarado de estas figuras, adquiridas en el exterior para su reventa en el mercado local.
Según China Daily, solo en el aeropuerto de Changsha se confiscaron 318 juguetes a tres pasajeros. En Hefei, un viajero fue detenido con 94 figuras ocultas en su equipaje. Todas las piezas estaban destinadas a reventa informal.
Un fenómeno global con impacto local
Pop Mart, fundada en 2010 en Beijing, ya cuenta con más de 500 tiendas en 30 países. La popularidad internacional de sus diseños ha generado que, en muchos casos, los precios en el exterior sean más accesibles que en China, ya sea por descuentos locales o diferencias cambiarias.
“El precio alto responde tanto al hype como a la fama global de la marca”
Peng Peng, presidente de la Guangdong Society of Reform.
¿Qué pasa con Labubu y Molly?
Labubu, creado por el diseñador hongkonés Lung Ka-sing, es un elfo de pelaje esponjoso y dientes afilados. Molly, también de origen hongkonés, representa a una niña con ojos verdes y expresión enigmática. Ambas series tienen ediciones limitadas que alcanzan valores insólitos en el mercado de reventa.
Parte del furor por Pop Mart se debe a figuras públicas que muestran estos juguetes. Lisa, de BLACKPINK, fue vista con una figura de Molly, lo que desató aún más interés entre fans asiáticos y globales.
Un ejemplo: una figura de Molly declarada en aduana por US$208 puede revenderse por US$320. Una Labubu edición secreta, originalmente a 99 yuanes (US$13,8), ahora supera los 2.000 yuanes (US$275).

Medidas y reacciones
Pop Mart anunció el 19 de mayo la suspensión temporal de ventas de la línea The Monsters en sus tiendas del Reino Unido, tras incidentes con multitudes y disturbios en locales.
Mientras tanto, en China se intenta frenar el ingreso irregular de juguetes. Si bien los coleccionistas pueden transportar figuras en cantidades pequeñas para uso personal, las autoridades deben discernir entre fanáticos y revendedores.
Sin embargo, Joe Simone, abogado de Hong Kong especializado en propiedad intelectual, asegura que la represión no será extrema y se resolverá con multas, ya que revisar cada valija sería imposible.
Foto Portada: Lillian Suwanrumpha AFP | Fuente: SCMP, CNN