El tren nocturno de la vía láctea, mucho más que cuentos infantiles
Catalogado como cuento infantil, El tren nocturno de la vía láctea de Miyazawa Kenji nos demuestra cuántos mensajes y reflexiones nos pueden transmitir tres cuentos muy diferentes.
Miyazawa Kenji nacido en 1896, quien falleció a la temprana edad de 37 años, nos presenta una interesante propuesta literaria, tanto para niños como para adultos.
El tren nocturno de la Vía Láctea cuenta con tres cuentos: “Gauche, el violoncelista”, “Matasaburo, el dios del viento” y “El tren nocturno de la Vía Láctea”.
Tres cuentos donde no solo viviremos experiencias increíbles a través de la lectura y la detallada atmósfera que crea Miyazawa, sino que también aprenderemos mucho sobre la cultura japonesa.
“El tren nocturno de la vía láctea” fue escrito cuatro veces por Miyazawa pero nunca fue terminado por el autor, a sus 37 años dejó inconclusa la historia y murió debido a tuberculosis. Tres décadas después, recopilando toda la información de sus cuatro manuscritos, se realizó una construcción de la historia aunque en la versión original japonesa han quedado ciertas cuestiones inconclusas.
Este cuento narra el sueño de un niño en pos de la amistad y la felicidad; un viaje onírico e iniciático gracias al cual el protagonista comprenderá la dura realidad de la vida de una manera positiva y enriquecedora.
Una historia que nos deja reflexionando varias horas luego de finalizarlo y nos permite conectarnos con nuestro interior.
“Gauche, el violoncelista”, una breve historia de un violoncelista que no logra mejorar hasta que comienza a recibir visitas inesperadas todas las noches.
Aquí se reflejan cómo la búsqueda del éxito y sobre todo la perfección, pueden jugarte una mala pasada.
Haciéndote perder el rumbo y dejar de lado ciertos valores, deshumanizando al punto tal que lo único que te interesa es llegar a esa meta propuesta, nada de lo que puede presentarse a tu alrededor importa, y, al fin y al cabo, ni siquiera satisfacer ese deseo te hace ser pleno.
@florsoltelias
Por el otro lado, “Matasaburo, el dios del viento” nos muestra una historia escolar, donde no todo es lo que parece y aquel niño que asiste a clases podría no ser exactamente tan similar a nosotros como pensamos.
El autor nos trae un relato cargado de un halo mágico, donde te lleva a ver la sucesión de hechos realmente desde la mirada de un niño, haciéndote reconectar con tu propia niñez, recordándote esa inocencia de la que está impregnada cada mirada curiosa y el ángulo magnífico con el que se aborda la cotidianeidad.
@florsoltelias
Tres historias que nos teletransportan a una infancia lejana, donde se abordan temas como la soledad, la camaradería y la muerte, en la piel de personajes de los que todos tenemos algo.
Sofia Mir
Tres cuentos diferentes, que han sido comparados con las emociones y reflexiones que nos deja “El Principito” de Saint-Exupéry
¿Te animas a adentrarte a la profundidad de los pensamientos de Kenji Miyazawa?
Fotos: Satori; The Japan Times |Fuente: Satori | Redacción: Magali Solodovsky | © 2008-2021 Todos los derechos reservados a Xiahpop®