Los secretos de una tumba y 8000 guerreros de terracota para un solo hombre
Si para Egipto su gran misterio son las Pirámides de Giza, para China lo será por siempre los famosos guerreros de terracota (también conocidos como guerreros de Xian). Seguramente habrán escuchado hablar de aquel imponente mausoleo para el emperador Qin Shi Huang que quiso tener su ejercito después de la muerte.
Vamos a conocer más en detalle sobre la tumba del emperador Qin Shi Huang y sus 8000 guerreros de terracota que lo protegen en su descanso eterno.
El emperador Qin Shi Huang
Qin Shi Huang, fue el primer emperador de la China unificada, de nombre real Zheng, fue el rey del estado chino de Qin (del 247 a. C. al 221 a. C.)
Ascendió al trono en el año 247 a. C., con 12 años y fue rey bajo un regente hasta el 238 a. C. Siendo mayor de edad planificó un golpe en el palacio y tomó todo el poder. Continuó la tradición de atacar de forma tenaz y defender los estados feudales y finalmente tomando el control de toda China en el año 221 a. C., derrotando al último estado chino independiente, unificando China en una sola.
Entonces, en ese mismo año, a la edad de 38, el rey de Qin se proclamó Primer Emperador. Murió a los 39 años de edad por una enfermedad (aunque algunos dicen que fue envenenado con mercurio), muy poco se sabe de su muerte.
La historia lo muestra como un hombre tirano y soberbio pero también lo recuerdan como aquel importante personaje que unificó China e hizo del país como uno de los más poderosos del mundo.
También fue el precursor de la Gran Muralla China, que es su construcción dejó un saldo de 2 millones de muertos.
8000 guerreros de terracota para un solo hombre
La mayor obsesión de Qin Shi Huang fue siempre la muerte, el miedo a ser asesinado, a irse de este mundo y ser olvidado. Es por eso que se dice que recorrió toda Asia buscando el elixir de la inmortalidad. A los trece años cuando todavía era un príncipe, ya empezó a pensar en su tumba, a idear en su mente un inmenso monumento funerario que hiciera que lo recordaran para siempre y pasar a la historia como un rey inmortal.
Quería que su morada eterna fuera la más espléndida jamás construida, quería sobre todo que nadie pudiera profanar su descanso, se dice que escondió trampas en ella, como flechas envenenadas y canales de mercurio, aunque nunca se descubrió este detalle. Uno de sus primeros mandatos fue enviar a sus numerosos súbditos a construir 8.000 soldados a tamaño real, cada uno diferente al otro en distintas posiciones de batalla, vigilando a su tumba y junto a ellos caballos y carros de combate. Un ejército inmortal que lo acompañara al más allá.
Los 8.000 guerreros de terracota fueron esculpidos a mano en tamaño real, enterrados en pasillos de ladrillo. Estaban pintados en rojo brillante, azul, rosa y oro, pero perdieron el color por el tiempo transcurrido bajo tierra. Los soldados se ubican en 3 fosas, en la superior o fosa 1, los soldados de menor rango, en la segunda llevan guerreros armados con ballestas y arcos y en la tercera en menor número los oficiales superiores.
El mausoleo resultó ser espectacular: tiene el tamaño de una gran ciudad antigua, y en el centro hay una pirámide que llegó a medir unos 100 metros, hoy tapada por la vegetación y conocida como ‘Pirámide de Xi’An‘ y en donde debía encontrarse el cuerpo del emperador.
Los pocos escritos que hablan sobre el mausoleo lo describen como una maravilla, con ríos de mercurio que fluían mecanicamente, techos de bronce salpicado con gemas que representan un cielo estrellado, joyas en todos lados, maquetas de palacios y espléndidos tesoros.
El descubrimiento casual de un campesino
El descubrimiento se produjo en el año 1974, cuando la región de Shaanxi estaba sufriendo una de sus peores sequías, y los campesinos, desesperados por encontrar agua, habían empezado a excavar pozos más profundos de lo habitual.
Uno de estos agricultores, Yang Zhifa, salió con sus hermanos un día para buscar agua. El pozo que estaban perforando tenía ya más de cuatro metros de profundidad cuando la pala de Yang dejó a la vista una forma circular. Pensando que se había topado con algún cuenco antiguo, excavó con cuidado alrededor de la cerámica hasta dejar al descubierto el cuello de una escultura de terracota. El primer encuentro con la leyenda del mausoleo del primer emperador.
Lo más curiosos para los arqueólogos e historiadores, fue la lejanía a la tumba a la que se encontraban esas figuras, que sorprendentemente no figuraban en ningún escrito antiguo pero que reproducían a la perfección el ejército con el que Zhao Zheng consiguió unificar China bajo su mandato en el año 221 a.C.
Entre el material recuperado se han encontrado espadas sin oxidar, gracias a la capa de cromo con la que fueron recubiertas, y todavía afiladas. También se han hallado mecanismos de ballestas automáticas y puntas de flechas con medidas estandarizadas. Aun así se cree que la tumba fue profanada y que todos los guerreros estaban originalmente armados.
Científicos siguen trabajando y descubriendo nuevos secretos
En estos últimos 43 años se ha trabajado arduamente para seguir descubriendo los secretos del mausoleo. Hace poco se llegó a una profundidad mayor que dejó a la vista instrumentos musicales chinos tradicionales, como el Bianzhong. Se sospecha que puede encontrarse más obras de arte y libros antiguos.
Durante las primeras excavaciones, los arqueólogos veían impotentes cómo los pigmentos de las estatuas se desintegraban al contacto con el aire. Ahora, las piezas con más trazos de color se trasladan rápidamente a un laboratorio en el mismo yacimiento, donde con nuevas técnicas permiten conservar los pigmentos originales.
Luego de varios trabajos de investigación se descubrió que la pintura aplicada era una base de huevo sobre dos capas de laca de árboles de la zona. Al desenterrar las figuras, la laca seca se salia, llevándose la pintura con ella. Es por eso que la arcilla quedaba a la vista.
La tumba real del emperador se encuentra a una milla de donde se encontró el ejército de terracota y todavía no existen planes para abrir la tumba hasta que los arqueólogos puedan estar seguros de que la tumba pueda ser desenterrada sin dañar sus contenidos. Con el crecimiento económico de China las investigaciones han aumentado y se han especializado para poder seguir descubriendo más y más secretos de la misteriosa tumba donde descansa el emperador eterno.
¿Pueden los turistas conocer el mausoleo?
Desde el año 1987 están considerados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es por eso que sus visitas son guiadas y de a poca cantidad de gente.
Es posible visitar las tres fosas y ver de cerca los 8000 guerreros. Algunos se conservan en estructuras de vidrio para preservar su forma. Como la del guerrero arrodillado o algunas que conservan una leve pigmentación.
Sin duda es una visita obligada para aquellos que quieran conocer más de la milenaria historia de China.
Créditos: arquehistoria + guias-viajar (fotos) + polviajero (foto)+ nationalgeographic + infobae + bbc + Sam@Xiahpop