Guri y Gura: un clásico de todos los tiempos
En esta oportunidad compartiremos algo con lo que me crucé el otro día navegando por ahí, y que quizá sin pretenderlo despertó en mí algo de nostalgia. Gran parte de lo que somos como adultos se lo debemos a esas historias que llenaron de colores los primeros años de nuestra vida. Simpáticos personajes, muchos de ellos totalmente ajenos a nuestra cotidianidad, impartieron lecciones que nos servirían para el resto de nuestra vida.
Publicado por primera vez en 1963 por Rieko Nakagawa y Yuriko Omura, “Guri y Gura” se convirtió en uno de los libros más leídos (y querido) por los niños de Japón. Generaciones de jovencitos y jovencitas han sido encantados por la historia de estos simpáticos ratoncitos que se enfrentan a disparatados obstáculos con la única finalidad de acercarse a su objetivo: cocinar un pastel lo suficientemente grandes como para durar un día entero.
Con los años el libro ha sido traducido a decenas de idiomas, pasando del inglés al esperanto sin solución de continuidad. De hecho, son pocos los lectores que conocen el verdadero origen de la historia. Claro, cada edición aportó a Guri y Gura las particularidades propias de su cultura, creando así una serie de relatos realmente adorables; un fenómeno literario en pequeña escala.
Quizá muchos de ustedes conocen la historia de este pequeño relato, pero hagamos un repaso para aquellos que la desconocían por completo.
En la versión original, los ratones descubren un enorme huevo en el medio del bosque, y deciden entonces utilizarlo para hacer un enorme Castella (カステラ kasutera). Pero…¿Qué es eso? Traído por los navegantes portugueses el Castella se convirtió en un popular bizcocho japonés hecho con azúcar, harina, huevo y jarabe de almidón, muy común en los festivales y como comida callejera.
Con este desafío en mente, los simpáticos animalitos deberán poner a prueba todo su ingenio para cocinar ese delicioso bizcochuelo.
Los primeros en realizar una adaptación fueron los ingleses en 1967, pero no innovaron demasiado pues solo se cambio el castella por una esponjosa torta de similares características. No pasó lo mismo en Francia (cuna de otro ratoncito famoso, Ratatouille), pues los galos decidieron cambiar completamente la receta. En esta oportunidad, Guri y Gura se proponen realizar una enorme galette, una especie de crepe característica de la región de Bretaña.
Publicada en 1994, la versión tailandesa del cuento también optó por añadir un toque local a la preparación. En este caso nos encontramos con un “khanom mo kaeng”, un postre tradicional preparado con azúcar de palma, coco, y por supuesto, huevos. La versión coreana, sin embargo y contra lo que podíamos pensar, siguió al pie de la letra la historia original de sus vecinos nipones, dando nuevamente el protagonismo al esponjoso castella. Los ratoncitos también fueron los protagonistas de una serie animada con títeres, en la que junto a sus amigos compartían innumerables aventuras. Muchas televisoras latinoamericanas compraron los derechos y transmitieron para de esas historias para el deleite de los más pequeños.
De tanto leer sobre cosas dulces y cuentos, tuve ganas de volver a algún rinconcito de mi infancia, para entre mantas y cosas ricas perderme en alguna de estas historias, que más allá de ser simples nutrían con bellos pasajes nuestra imaginación. Espero hayan disfrutado tanto como ello este pequeño viaje con Guri y Gura.
Fuente: RocketNews24.com |Redacción: hiroshi © 2019 Todos los derechos reservados a Xiahpop®