Historia de China: la Guerra del Opio.
La Guerra del Opio fue el conflicto que acompañó la apertura de China hacia Occidente. La guerra se extendió desde 1839 hasta 1842 y culminó con la firma de diversos tratados comerciales con Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos.
El desarrollo capitalista de Europa y Estados Unidos, en la mitad del siglo XIX, condujo al incremento de su expansión colonial en buscar de territorios, materias primas y mercados donde exportar sus productos. En esa ambición colonial, Inglaterra, Francia y Estados Unidos aspiraban someter a China a un régimen colonial.
La Dinastía Manchu.
En los siglos XVII y XVIII, China fue un poderoso imperio feudal. La dinastía manchu de Quin y sus funcionarios mantenían una política reaccionaria a favor de la clase feudal y oprimían al pueblo. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII aplicaron una política de aislamiento del resto del mundo.
En 1757, por orden imperial fueron cerrados al comercio exterior todos los puertos con excepción del puerto de Cantón. En éste existía una Compañía Británica de las Indias Orientales.
El comercio con los extranjeros se hallaba bajo la supervisión de un superintendente chino y a cargo de un gremio cerrado de mercaderes privilegiados. La política reaccionaria de aislamiento del país sólo en parte se propuso levantar obstáculos a la agresión extranjera contra China y un posible aumento de su influencia en el país.
El aislamiento de China ayudó, durante un tiempo, a mantener el poder de la dinastía Quin, su régimen feudal y su política absolutista. Sin embargo, gradualmente, China fue perdiendo poderío económico y militar. Finalmente, la política de aislamiento se derrumbó bajo los golpes de los agresores extranjeros. Gran Bretaña y demás potencias capitalistas aspiraban a entrar en su mercado y controlar su economía.
Estallido de la Primer Guerra del Opio.
¿Como conseguiría Gran Bretaña forzar su entrada al mercado chino?
La ocasión se presentó en 1839 con referencia a la cuestión del opio. Las potencias occidentales habían introducido el opio en China, y lo comercian a pesar que el gobierno chino había prohibido desde hacía un siglo su importación. En 1839 el emperador decide cortar con el comercio de contrabando que drenaba a China de productos tales como la seda, el té y oro. Para cumplir con este propósito, se bloquearon los barcos mercantes hasta que se obtuvieron los cargamentos de opio que destruyeron. Gran Bretaña declaró las acciones de China como “intolerables” y decidió bombardear algunos puntos de la costa china. Las fuerzas chinas no pudieron hacer nada frente a las escuadra británica y su arrasador poder naval.
El Tratado de Nankin (1842) subordinó a la China manchú a las exigencias de Gran Bretaña. El comercio inglés no se vería ya limitado al puerto de Cantón; en los puertos abiertos los ingleses podían establecer residencia. La isla de Hong-Kong, cercana a Cantón, se convertiría en colonia inglesa, mercado y base naval. Francia y Estados Unidos se aprovecharon de la apertura de China y firmaron tratados similares con China.
Segunda Guerra del Opio.
En 1854, mientras la dinastía manchú era amenazada por el Levantamiento de los Taiping, Gran Bretaña pide renegociar lo acordado en el Tratado de Nankín. Las demandas británicas incluyen la apertura al comercio extranjero de todos los puertos en China, la legalización del comercio de opio. La corte rechaza las demandas presentadas por el Gran Bretaña, al que se le une Francia. Por todo ello, y en un momento de crisis china, comienza la Segunda Guerra del Opio que terminará de forzar el proceso de apertura de China al Occidente.
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Fuentes: RENOUVIN Pierre, Historia de las relaciones internacionales, Akal, 1990; ZORGBIBE, Charles, Historia de las relaciones internacionales, Alianza, Madrid, 1994.| Redacción: Shimizu Leda © 2019 Todos los derechos reservados a Xiahpop®