Junji Ito: el mangaka de terror que tienes que conocer

Apodado como el “maestro” del manga de terror, Junji Ito ha logrado cautivar al público japonés e internacional con su estilo único de dibujo y sus intrincadas tramas. Conozcamos sobre su vida y su obra.

Junji Ito ha logrado destacar y ganarse un lugar de prestigio en el mundo del manga en general y del manga de terror en particular. Debido a su increíble capacidad para contar historias que logran perturbarnos y fascinarnos por igual.

Su carrera comenzó en la década de los años ’80, y es una de las más prolíferas dentro del género del terror y el manga. Iniciemos este aterrador recorrido por su vida y obra.

El inicio de una pasión

Junji Ito nació el 31 de julio de 1963, en Sakashita, que en la actualidad es parte de la ciudad de Nakatsugawa, prefectura de Gifu.

Junji ya en su infancia conoció el manga de terror. Sus hermanas mayores eran fans del gran mangaka Kazuo Umezu, quien es conocido como el padre del manga de terror, y solían prestarle los tomos que compraban.

Las historias de Umezu, caracterizadas por un dibujo detallado y los toques de comedia negra, sembraron en Ito el deseo de dedicarse al mismo género e influenciaron por completo todo el proceso de búsqueda de estilo por el que pasó el mangaka.

El propio Junji Ito mencionó a La momia monja de Kazuo como su primer manga de terror y la puerta de entrada a un mundo nuevo, a sus cortos 5 años de edad.

La familia Ito vivía en un pueblo donde la mayoría de las revistas semanales de manga no estaban disponibles. Por esa razón, las hermanas de Junji compraban tomos recopilatorios, que tardaban meses en producirse.

Ese tiempo de espera entre tomo y tomo llenaba al pequeño Junji de impaciencia y ansiedad, y esa incapacidad de esperar por el desenlace de las historias que leía fue lo que impulsó a Junji a dibujar sus propias historias basadas en los mangas que leía.

De mayor, Junji Ito conoció los relatos de H.P. Lovecraft, un autor estadounidense considerado el padre del terror cósmico, y una de sus mayores influencias a la hora de crear uno de sus más grandes clásicos: Uzumaki.

Reconectar con un viejo amor

Junji Ito creció y su pasión por el manga de terror y el dibujo quedó relegada a un hobby de la infancia. Al contrario de lo que se pronosticaba en su niñez, Junji eligió la odontología.

Ito logró graduarse con éxito, y ejerció por 3 años su profesión. Su conocimiento de odontología se plasma en muchas de sus obras. Su estudio de la anatomía humana en la carrera le permitió mejorar el realismo de sus dibujos.

Junji se alejó del mundo del manga hasta 1987, cuando se le presentó la oportunidad de su vida: los premios Kazuo Umezu al manga del terror, que contaban con el propio Kazuo Umezu como jurado.

Junji se presentó con su obra debut: Tomie. Este manga protagonizado por una joven de gran belleza, pero que encierra un diabólico secreto logró ganar el primer lugar del premio, y las felicitaciones del héroe de la infancia de Ito, Kazuo.

Este triunfo y la serialización de Tomie en la revista Montly Halloween marcaron el inicio de la increíble y prolífera carrera de Ito.

Maestro del terror

Junji Ito en sus entrevistas transmite una gran calma. Se declara fan de los gatos y de The Beatles, y sus seguidores le tienen un gran cariño.

A pesar de esta calma que emana, este mangaka conoce y domina las fobias, las ansiedades y el miedo a lo desconocido que han acompañado a la humanidad desde siempre, y las combina con complejos e intrincados dibujos que, al pasar la página, provocan más de un escalofrío o sorpresa.

La especialidad de Junji es el terror corporal, basado en que los personajes vayan perdiendo de forma progresiva el control de su propio cuerpo, que sufre transformaciones grotescas y pierde su identidad humana. A esta trama se la combina con el terror cósmico, ya que las causas por las que los personajes sufren lo que sufren jamás son explicadas, y parecen venir de poderes, entidades o enfermedades que escapan a la comprensión o al conocimiento humanos.

Por esta razón, la mayoría de las historias de Junji no solo asustan por sus dibujos y por los temas que toca, sino también porque como lectores nunca comprenderemos del todo ni sabremos a ciencia cierta qué está sucediendo, ni siquiera una vez que terminemos de leer sus mangas. Y, como el mangaka bien sabe, no hay nada más aterrador que lo desconocido.

Además, estos dos ingredientes son introducidos a través de elementos cotidianos e inofensivos, con los que convivimos todos los días. Entonces, este mal que se apodera de los personajes, además de ser desconocido e inidentificable, proviene de alguien o algo de lo que jamás sospecharían o a lo que, incluso, aman.

Al leer sus obras, no sólo disfrutaremos de un estilo de dibujo tan bello y macabro como detallista y complejo, sino de grandes reflexiones acerca de la naturaleza humana. Además, nos quedaremos con varias imágenes grabadas en la retina… y con el corazón latiendo asustado.