El arte del Kendo: tradición, técnica y equipo en la esgrima japonesa
Hablar del kendo implica mencionar su estrecha relación con otra disciplina marcial japonesa: el iaido. Ambas artes están enfocadas en la esgrima tradicional, pero mientras el kendo se centra en el combate directo y dinámico con un shinai (espada de bambú), el iaido se especializa en el manejo de la katana, poniendo énfasis en el desenvainado y ataque en un único movimiento fluido.
¿Qué diferencia al kendo del iaido?
En el iaido, la katana se lleva al lado izquierdo del cinturón con el filo hacia arriba. Esto permite que, al desenvainarla, pueda emplearse directamente en un ataque. Los movimientos del iaido son precisos y controlados, ya sea en un plano horizontal o vertical, destacando su carácter introspectivo y meditativo. Por otro lado, el kendo es más competitivo y dinámico, representando la evolución moderna de la esgrima japonesa.
El equipo necesario para practicar kendo
Una de las particularidades del kendo es su equipo, diseñado para proteger al practicante durante los combates y preservar la esencia tradicional del arte. El kendogu, o armadura, consta de varios elementos clave:
- Men: máscara protectora que cubre cabeza y rostro, complementada por el hachimaki (una tela que se ata alrededor de la cabeza).
- Dō: peto de bambú recubierto de cuero que protege el torso.
- Tare: pieza acolchada que protege las caderas y la parte baja del abdomen.
- Kote: guantes de cuero rígido que resguardan las manos y las muñecas.
Todo esto se lleva sobre el keikogi (kimono de algodón grueso) y el hakama, una amplia falda-pantalón también usada en artes como el aikido.
El arma principal del kendo es el shinai, una espada hecha de tiras de bambú con una longitud de entre 90 cm y 1 metro, y un peso aproximado de 400 gramos. Este diseño ligero permite una mayor velocidad y fluidez en los movimientos.
La dinámica de combate en el kendo
Un combate de kendo comienza con los contrincantes en posición sonkyo, una postura en cuclillas que refleja respeto y preparación. Desde ahí, se levantan y adoptan una guardia básica antes de iniciar el enfrentamiento. Las técnicas del kendo priorizan la simplicidad y la efectividad, con guardias directas, esquives estratégicos y contraataques precisos. Las paradas, aunque no tan utilizadas como en otras disciplinas, son combinadas con movimientos ofensivos rápidos y decisivos.
El kendo, más que un deporte, es una práctica que combina tradición, filosofía y destreza física. Para los interesados en explorar la cultura japonesa a través de sus artes marciales, esta disciplina es una puerta de entrada fascinante al legado de los samuráis y su código de honor.
Fuente: kendo-fik.org, marcialarte.com, uy.emb-japan.go.jp | Redacción: Sagarymon