Escrita por Sayaka Murata, La dependienta nos transporta a Japón más específicamente a Tokio donde conoceremos a una mujer muy particular, al menos para los ojos de la sociedad.

Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja.

Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día.

Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir.

Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.

Sayaka Murata logra mostrarnos a través de este libro de tan solo 77 páginas una cara de la moneda de la sociedad: critica, juzgadora, y exigente, donde adaptarse y ser lo que los otros esperan en la única posibilidad de supervivencia:

Keiko, la protagonista, decide ponerse la máscara de persona normal para dejar de ser cuestionada constantemente.

Sayaka Murata

La dependienta nos muestra el verdadero sufrimiento ante la crítica social constante, lo que se espera de uno como mujer, como hombre… como persona. Que seas eficiente, que tengas un buen trabajo, que tengas pareja, que seas madre, que seas uno más.

Compartí con la protagonista la sensación de que todos hablaban de mí por trabajar en una tienda a tiempo parcial y por mi modo de vida.

Sayaka Murata

El libro fue publicado en el  2016, teniendo la autora once libros en su haber hasta el día de la fecha.  Una autora para descubrir, para observar y aprender de ella, de su punto de vista, de sus reflexiones y vivencias.

Esta historia nos brinda la oportunidad de ser testigos de la presión que a veces ejercemos en los demás, desde el punto de vista de una mujer que no siente el deber de pertenecer a la sociedad.

Sofia Mir

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Una historia para no dejar pasar, para ponerse a reflexionar y ver realmente qué es “formar parte de la sociedad”, preguntarse si alguna vez hemos ejercido algún tipo de presión hacia otros para que se amolde al estereotipo ideal de ciudadano o si, tal vez… nos sentimos identificados con Keiko.

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Fotos: Duomo ediciones; el periódico| Fuente: el periódico; goodreads | Redacción: Magali Solodovsky  | © 2020 Todos los derechos reservados a Xiahpop®