La evolución de la memoria en los videojuegos
En el mundo de los videojuegos, la memoria ha jugado un papel crucial desde sus inicios, garantizando que nuestras aventuras digitales se mantengan intactas, incluso cuando apaguemos nuestros equipos.
En este Mes Gamer, conmemoramos la importancia de la memoria en los videojuegos, destacando su evolución desde los primeros días hasta la sofisticación actual.
Un vistazo al pasado
Desde los humildes comienzos en 1952 con el pionero videojuego “Nought and Crosses” (conocido también como Tic-Tac-Toe o Gato), hasta los primeros días de las consolas domésticas en 1966 con “Fox and Hounds“, la memoria era esencial para arrancar el funcionamiento de los programas.
La era dorada de los videojuegos en los años 70 y 80 trajo consigo icónicas marcas como Atari, Coleco, y Nintendo, con la memoria de cartucho, permitiendo a los jugadores cambiar de un juego a otro con facilidad.
La evolución de la tecnología
La década de los 90 marcó un gran avance con la transición de 8 bits a 16 bits y más allá, hacia 32, 64, y 128 bits. Este progreso tecnológico se tradujo en gráficos más detallados, historias más complejas y experiencias de juego más inmersivas. Durante este período, las memorias no solo almacenaban los juegos, sino que también permitían guardar el progreso del jugador, evitando la necesidad de comenzar de nuevo en cada sesión.
La memoria en la era moderna
Hoy en día, el mundo de los videojuegos exige una cantidad significativa de memoria para manejar juegos de alta calidad y extensas experiencias interactivas.
La memoria RAM ha avanzado desde los 32 GB básicos hasta los 128 GB para los jugadores más dedicados, mientras que las unidades SSD ofrecen almacenamiento rápido y eficiente.
En resumen, la memoria ha sido y seguirá siendo una parte fundamental del mundo de los videojuegos, evolucionando junto con la tecnología para ofrecer experiencias de juego sin igual.
Créditos: Kingston