
Lee Jae-myung fue elegido presidente de Corea del Sur en unas elecciones marcadas por la polarización
Corea del Sur eligió este 3 de junio a su nuevo presidente: Lee Jae-myung, líder del Partido Democrático. De perfil progresista se impuso en unas elecciones anticipadas que reflejaron el fuerte malestar social y político de los últimos años. Con una participación superior al 72 %, el resultado mostró una clara preferencia por el cambio, especialmente entre los sectores jóvenes y urbanos.
El adelanto electoral respondió a una crisis institucional desencadenada durante el mandato de Yoon Suk-yeol, presidente conservador saliente. Su gestión, marcada por decisiones autoritarias, escándalos de corrupción y una economía estancada, perdió rápidamente el respaldo de la ciudadanía. Uno de los momentos más críticos fue la filtración de un supuesto plan para aplicar la ley marcial ante eventuales protestas masivas, lo que provocó un fuerte rechazo popular.
En este escenario, el gobierno convocó a elecciones anticipadas con la intención de recuperar legitimidad. Sin embargo, el desgaste del oficialismo abrió el camino a la oposición, que supo capitalizar el desencanto.
Un país dividido y con una fuerte polarización
El nuevo presidente va a asumir en un contexto de fuerte polarización. La sociedad surcoreana atraviesa tensiones ideológicas profundas que se expresan en diferencias generacionales, regionales y políticas. Durante su campaña, Lee Jae-myung insistió en la necesidad de recomponer el diálogo y construir un gobierno abierto. En su primer mensaje como presidente electo, prometió trabajar por una nación más cohesionada, con políticas inclusivas y un enfoque más humano.
A lo largo de la campaña, Lee presentó un programa centrado en las preocupaciones cotidianas de la ciudadanía. Propuso mejorar el acceso a la vivienda, garantizar una educación más equitativa y ofrecer mayor apoyo a los trabajadores y a las pequeñas y medianas empresas. También prometió luchar contra la corrupción y avanzar en reformas que limiten el poder presidencial, buscando más transparencia en la gestión pública.
En materia internacional, manifestó su intención de mantener una relación estratégica con Estados Unidos, pero con mayor autonomía. Además, expresó su voluntad de retomar el diálogo con Corea del Norte, aunque sin abandonar las posiciones firmes en materia de seguridad.
Un triunfo esperado
La victoria de Lee Jae-myung fue interpretada como una respuesta contundente al modelo político anterior. Su perfil combativo, pero también cercano a los sectores populares, le permitió conectar con una base electoral amplia. A diferencia del oficialismo, que perdió terreno incluso en sus bastiones históricos, la campaña de Lee logró movilizar votos clave en regiones como Gyeonggi, donde ya había gobernado.
El candidato del partido gobernante, Han Dong-hoon, aceptó rápidamente los resultados. En su declaración pública, reconoció la victoria de su rival y se comprometió a respetar la voluntad popular. También expresó su deseo de que el país pueda recuperar la estabilidad institucional y superar la grieta que marcó los últimos años.
¿Quién es Lee Jae-myung?
Lee Jae-myung tiene 60 años, creció en la pobreza, trabajó desde los 13 años y logró convertirse en abogado y luego en alcalde de Seongnam, antes de asumir como gobernador de Gyeonggi, la provincia más poblada del país. Su estilo directo y confrontativo, lo convirtió en una figura popular pero también controversial.
No es la primera vez que se postula a la presidencia. En 2022 perdió por un margen estrecho frente a Yoon Suk-yeol. Esta vez, su mensaje de cambio, centrado en los problemas reales de la gente, le permitió revertir esa derrota y llegar finalmente a la Casa Azul.
Lee Jae-myung va a asumir la presidencia el próximo 25 de junio de 2025, en una ceremonia que marca el inicio de una nueva etapa para Corea del Sur.
Foto: Shim Hyun-chul para Korea Times