
¿Qué son los “matrimonios de amistad”? La tendencia entre jóvenes asiáticos que desafía el modelo tradicional
Cada vez más jóvenes en China y Japón están optando por una forma alternativa de convivencia: casarse con sus mejores amigos. El objetivo es una alianza basada en el respeto, la afinidad y la necesidad de escapar de la presión social y familiar.
Este fenómeno se conoce como matrimonio de amistad. Legalmente son esposos, pero en la práctica, la relación se basa en valores compartidos y una vida en común sin vínculos afectivos tradicionales.
¿Cómo funcionan los matrimonios de amistad?
En este tipo de acuerdos, cada persona mantiene su independencia. Pueden vivir bajo el mismo techo, pero duermen en habitaciones separadas y tienen libertad para salir con otras personas si así lo desean. Algunas parejas incluso contemplan la posibilidad de tener hijos mediante adopción o inseminación artificial.
El objetivo no es el romance, sino crear un entorno de confianza y apoyo mutuo. Este tipo de convivencia permite, por ejemplo, que uno pueda ser el tutor legal del otro en caso de emergencia médica o que compartan beneficios legales y económicos que solo se otorgan a parejas casadas.
Casos reales: entre la estrategia y el compañerismo
Meilan, una joven de Chongqing, se casó hace cuatro años con su mejor amigo. Decidieron no hacer boda ni intercambiar regalos tradicionales. Ambos trabajan, ganan de forma independiente y compartieron los gastos de su casa.
En Shanghái, Chloe también formalizó una unión similar con su amigo de la universidad. “A mi edad todas se están casando o teniendo hijos”, dijo. Para evitar rumores y presiones, eligieron esta opción. Firmaron un acuerdo prenupcial que incluye una “cláusula de divorcio” para el caso de que alguno quiera formar una pareja tradicional en el futuro.
En Japón, este tipo de uniones también gana visibilidad. Satsuki y Minato, dos personas en sus 30 años que viven en la región de Chugoku, llevan tres años en un “matrimonio de amistad”. Ella se siente atraída por mujeres y él solo siente deseo sexual por hombres, pero ambos compartían la presión social de casarse. Tienen un hijo concebido mediante un método de inseminación y conviven como compañeros de vida, sin contacto íntimo.
Según la agencia Colorus, con sede en Tokio, más de 300 parejas se han unido en matrimonios de amistad en la última década.
¿Por qué eligen esta vía?
En Japón ya existen agencias especializadas que ofrecen servicios de búsqueda para matrimonios de amistad, especialmente entre personas asexuales, homosexuales o desencantadas del modelo matrimonial convencional. En China, aunque con menos visibilidad, el fenómeno avanza de forma silenciosa.
Según explicó la consultora en relaciones familiares Pan Lian, esta tendencia responde a una necesidad de independencia frente a una sociedad que aún ejerce presión sobre el matrimonio tradicional. Sin embargo, advierte que puede no ser una solución duradera. “Es una salida temporal ante la falta de beneficios para solteros y la crisis habitacional”, opinó.
¿Una nueva forma de familia?
Estos matrimonios proponen una redefinición del vínculo legal y social. Para algunos jóvenes representa una manera realista de vivir acompañados, sin ceder a la imposición de un modelo romántico que no comparten. Para otros, es simplemente una forma de resistir a una estructura que consideran obsoleta.