Memorias de una Geisha: Los secretos detrás del Kimono
Publicado en el año de 1997 por Arthur Golden, Memorias de una geisha se convirtió en un libro popular y al mismo tiempo polémico…
Memorias de una Geisha: la historia
Sayuri visita noche tras noche las casas de té de Gion. Ataviada con bellos kimonos y complicados peinados, roba las miradas de todos los hombres. Es una de las geishas más famosas que existen. Su trabajo es ser una artista, a través del canto, baile, conversación y música, distrae a los hombres por un momento de sus pesadas vidas.
Pero la vida de Sayuri no siempre fue tan hermosa como los kimonos que la adornan. Ella no eligió ser una geisha. Cuando era solo una niña, fue vendida junto con su hermana por su padre y las llevaron a Kioto. Ella cayó en una Okiya, un lugar donde solían comprar a las niñas para convertirlas en geishas. Su hermana no corrió con la misma suerte y acabo fue vendida a un prostíbulo.
Gracias a sus hermosos ojos, la mujer que la compró supo que se convertiría en una mujer bastante atractiva y pronto inició sus estudios. Sin embargo, el vivir bajo el constante acoso de Hatsumomo, la única geisha de la okiya, que la maltrataba constantemente, la hizo buscar la forma de fugarse al lado de su hermana.
El plan no resultó y ella terminó con un brazo roto y rebajada al puesto de una simple sirvienta. La okiya no podía invertir dinero en una chica que había intentado fugarse.
Es en este momento de su vida, en el que se siente más perdida en el que conocerá al Presidente. Un amable hombre que se encarga de enjuagar sus lágrimas durante una tarde de primavera. Con el único propósito de volver a ver al Presidente, nuestra protagonista buscará una nueva oportunidad de convertirse en geisha.
ENTRE VERDADES Y MENTIRAS
Publicado en el año de 1997 por Arthur Golden, tras un largo trabajo de investigación, Memorias de una geisha se convirtió rápidamente en un libro bastante popular y al mismo tiempo polémico, pues muchas personas lo consideraron poco realista al momento de narrar la vida de una geisha.
La geisha Mineko Iwasaki, quien había ayudado al señor Golden con información para su novela, lo demandó por revelar su hombre.
El otro problema que enfrentó el libro fue al tocar un tema conocido como “Mizuague” que relata como la virginidad de los aprendices es subastada entre sus clientes habituales con más posibilidades económicas, según Mineko, esto no es en absoluto cierto.
Sea verdad o no, ambas partes llegaron a un acuerdo económico de forma personal y tiempo después, Mineko Iwasaki escribiría su propio libro titulado “Vida de una geisha”.
Dejando el tema del Mizuague de lado, algunos temas que son rescatables del libro son:
- Las niñas si eran vendidas a las Okiyas y estas contraían así una deuda que debían pagar durante la mayor parte de su vida. La única forma de pagar esta deuda era convirtiéndose en Geishas y sirviendo durante largos años.
- Las geishas eran artistas formadas en la música, danza, canto y conversación, así como la ceremonia del té. La palabra “Geisha” significa artista o artesana.
- Cuando se convertían en Maiko, quedaban bajo la tutela de una hermana mayor, una geisha con mayor experiencia que debía ayudar en su formación y le dará un nuevo nombre.
- Tienen un estricto código de silencio. Nada de lo que digas o hables en presencia de ellas, será revelado.
LA NARRACIÓN
En términos general, el libro es narrado en primera persona, una anciana Sayuri le cuenta al autor sus memorias durante largas noches.
Es una lectura ligera y fácil de entender. Todos los términos utilizados son descritos para ayudar al lector, quien pronto aprende el significado de palabras como Okiya, Danna, y Maiko.
Es una lectura rápida, que puede acabarse en cuestión de días y a pesar de ser catalogado en el género histórico, el libro termina pareciendo más una novela romántica. Las situaciones en las que se ve envuelta Sayuri, por momentos parecen mas un cuento de hadas que una narración de Japón en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.
De todos los personajes del libro, solamente unos cuantos son desarrollados profundamente además de la protagonista.
A pesar de que el interés romántico de Sayuri, el presidente, apareció desde la primera parte del libro, nunca llegamos a saber más de él, además de que tiene una compañía eléctrica y es un hombre casado.
Al final, el libro termina más recomendado para entretener al lector que para instruirlo en las artes de las Geishas.
LA PELÍCULA
La película Memorias de una Geisha (producida por Steven Spielberg y dirigida por Rob Marshall) pasó sin pena ni gloria por las carteleras. Como en todas las películas, hubo algunos cambios en la historia, aunque ningún que cambiara dramáticamente el curso de esta.
Gano un par de premios Óscar, pero fueron para la el trabajo que hicieron los encargados del sonido.
Como dato curioso, la actriz que interpreta a Sayuri, así como algunos actores más, no son japoneses sino chinos. Esto terminó provocando que el filme no se proyectara en China, por temor a herir el orgullo de algunos chinos que considerarían ver a un compatriota interpretar a un japonés como una traición.