[Cine Coreano] “Stoker” de Park Chan-wook
Conocida en las carteleras locales como “Lazos Perversos” la ultima película del afamado director Park Chan-wook (“Oldboy”) pone en escena a la bellísima Mia Wasikowska, quien en esta oportunidad interpreta a India, una misteriosa adolescente.
Es a partir de un evento desafortunado que conoceremos también a su inestable madre Evelyn, interpretada por Nicole Kidman. Aun atravesando el cimbronazo por la muerte del hombre que las unía, entra en escena el ignoto Tío Charlie, a cargo de Matthew Goode. El ultimo no tarda en cautivar a las dos mujeres, generando en ellas emociones tan intensas como contradictorias. Las primeras impresiones a veces son erróneas, pero desde el primer momento sabemos que hay en el tío Charlie algo que no cuadra y valiéndose de esa incomodidad es que Park Chan-wook desarrollará la trama de su película.
Veamos un poco que hay detrás de los protagonistas. El personaje interpretado por Nicole comete un solo error: conjuga mal el “ser” y el “estar”, volviéndose rehén de las circunstancias. Lo superficial es en ella solo una manifestación lógica al desasosiego que le produce la repentina desaparición de su marido, síntoma también de un largo proceso de desvinculación afectiva. Ama de casa rica y no por ello dedicada, es primero testigo del vínculo entre India y su padre, repitiendo el mismo rol cuando el tío Charlie llega a casa. Hay algo en su participación que remite a su recordado labor en “Los otros”.
India es pura latencia. Descansa en ella la ingenuidad de una niña en la que el tiempo no hecho mella y su conexión con todo lo que la rodea potencia aun más esa extraña forma de relacionarse que forjó desde pequeña. Es presa de una historia que la excede en cuanto a su biografía, pues como reflejo superador de su madre y alma gemela de su fallecido padre, lleva una carga parasitaria que potencia su singular atractivo. India ofende con su belleza y la sutileza de sus rasgos, pues su tosca naturaleza nada puede hacer frente a la fluorescencia de su tersa piel. No sabemos si la maduración que atraviesa su carácter es parte de un largo proceso o se desencadena como un repentino acto de rebeldía, rompiendo las ataduras que la ligan al sombrío pasado de su familia. El despertar sexual, otro capitulo interesante dentro de “Stoker”, es participe también de la esencia violenta adormilada dentro de la joven India. “Al igual que una flor no elige su color, no somos responsables de aquello en lo que nos convertimos” pronuncia al comienzo de la película, en una lúcida y bella justificación de lo atroz.
Por momentos parecemos inmersos en un video musical de Lana del Rey, pero eso no se convierte en un obstáculo, sino que no es más que un detalle dentro de la composición de la película. El tono sofisticado de algunas escenas junto con la delicada fotografía de Chung Chung-hoon convierten a “Stoker” en un film muy agradable para el “paladar visual”. Como el vino que degustan los protagonistas, de a pequeños sorbos se puede disfrutar de la intensidad que descansa en la sustancia dramática del film. Hay escenas que solo se construyen a partir de minúsculos detalles, y casi como un método inductivo ad hoc sirven para correr el velo de la historia.
“Stoker” es un thriller psicológico que va de menor a mayor. Imagínalo como un hermoso reloj que pervertido por el paso del tiempo ha convertido su tic tac en una maquinaria letal. Sus agujas avanzan de a momentos con la fugacidad de una puñalada, mientras que imitando la disciplina del metrónomo a veces se aquieta y espera al acecho. Es cuando retrocede, trémulo y dañino, que el suspenso se adueña de la trama. Otra buena película de Park Chan-wook, donde da un nuevo enfoque al preciosismo que caracteriza parte de su obra. Concluimos entonces parafraseando a India Stoker: “A veces tienes que hacer algo malo para evitar hacer algo peor”.
Fuente: hiroshi@xiahpop.com