Ulzzang (얼짱) De ideales, espejos y ediciones.

El sujeto achatado por la imagen se sirve de ella misma para rearmarse, incluso la utiliza como escudo. (Diana Sahovaler de Litvinoff. “El sujeto escondido en la realidad virtual. Letra Viva. 2009)

La electrónica ha incendiado las velocidades y ha acercado las distancias; los fenómenos que se han nacido en otro país viajan imantados hasta los usuarios interesados a lo sucedido en otra parte del globo. Ulzzang, Kawaii, Selfie: parecen ser algunos de los hijos más vanidosos de la madre Internet; ya no Madre Tierra, sino Madre Web.

Los hijos más vanidosos de la madre Internet

Los celulares fueron creados para la comunicación con otras personas, al poco tiempo, un sin fin de aplicaciones se le fueron agregando, entre ellas las cámaras fotográficas. Misterioso fue el movimiento cuando los seres humanos dejaron de apuntar al mundo, para volver el lente hacia sí mismos. Los celulares volvieron al rostro, al cuerpo, al sujeto que habita ése cuerpo. Con otros curiosos desarrollos como los programas de edición de fotografías -que sostienen “eliminar las fallas” en las mismas- la experiencia de auto-fotografiarse fue una novedad.

La cuestión humana sobre la consideración de la belleza o de lo-bello ha creado una disciplina filosófica como la Estética. Ligada a numerosos aspectos de la percepción humana la belleza no estaría ligada exclusivamente a los cuerpos, sino también a inanimados como un palacio, un bosque a un movimiento sideral. Pero la belleza es considerada como el atributo a una cosa que genera en la percepción humana una sensación de placer o bienestar. El papel del ojo es crucial. La belleza que es registrada visualmente es considerada como la mayor expresión de la misma. Santo Tomás de Aquino, mucho tiempo atrás había definido a la belleza como aquello que “agrada” a la vista. Volvemos a los ojos. A lo que registramos con ellos.

Los seres humanos somos percepciones.

La belleza humana implica la incursión de un objeto nuevo: la subjetividad. Y éste es el plano más particular, ya que lo que se introduce aquí es la subjetividad del observador que define algo como bello o feo. Gary Martin nos dice: “La belleza está en el ojo del observador” [“Beauty is in the eye of the beholder” (2007)].

¿Qué implicaría la belleza en Corea? ¿Qué hacen las y las “ulzzang”? ¿Qué implica el japonés “kawaii”? ¿Qué sucede con los “selfies” o “selcas”? Pero lo más importantes: ¿Qué pasa cuando este fenómeno “ulzzang” llega a Occidente?

Kawaii (可愛い): La ternura como vía de escape.

La mayoría de ustedes conoce el uso del adjetivo japonés, que a su vez tiene una aparatosa traducción al español, a veces significa “tierno”, otras “lindo”, otras “tierno”, “mono”, etcétera. Pero hablamos de lo Kawaii, porque es el antecedente más antiguo al fenómeno Ulzzang. Durante la década de 1960, el término comenzó a utilizarse con unos peluches con forma de animales. En 1967 la muñeca Rika-chan captura la atención de los japoneses, especialmente el de la niñas. Las niñas de 1967 serán las adolescentes en principios de los 70 y las adultas llegando a los 80.

A finales de los años 80, el opresivo mundo adulto y productivo japonés comienza a relajarse, especialmente por estas jóvenes que ya utilizan el adjetivo y poner en circulación todo tipos de objetos.  A finales de los 80, aparecen los nameneko, o gatos disfrazados de motociclistas, así los hombres también se rinden a las “cosas bellas”. El término alcanza su primer gran aceptación. Revistas femeninas y masculinas se enfocan en ello, desde 1983. El término llega a ser tan popular que a las jóvenes adolescentes se las llama: “Las fanáticas de las Tres Palabras” ¡Uso! ( うそ! ¡No puede ser!), ¿Honto? ( ほんと? ¿De verdad?) y ¡Kawaii! (かわいい!). La palabra “kawaii” llegó a ser tan utilizada que una Universidad Femenina de Tokyo, prohíbe el uso del término.

Con el transcurrir del tiempo, “Hello Kitty” y otras marcas explotan al máximo el poder de dicho adjetivo, conociéndose un anime de 1983 llamado: “Magical Angel Creamy Mami” (魔法の天使クリィミーマミ, Mahō no Tenshi Kurīmī Mami) que cautiva a la audiencia con su estilo, muy de boga en la época, incluso en su opening se logran ver hasta el afán de ver gatos tiernos. A medida que pasa el tiempo, hasta “Hello Kitty” pierde popularidad, tras la reiterada fabricación monótona de las grandes empresas pero en los 90, desde la creación “otaku” se renuevan el fervor. Llegando al 26 de Febrero de 2009, en donde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón decide crear el título de “Embajadoras Kawaii” a: una representante de “moda Lolita”, otra de moda de Harajuku y otra de uniforme escolar.

El movimiento “kawaii” es el accesorio Ulzzang, no en su excentricidad japonesa, sino en su inspiración: Volver a una estética infantil, bonita, estética pura.

“Selfies” y “Selcas”: Espejos portátiles.

El desarrollo tecnológico trajo consigo una enorme cantidad de electrónicos y redes sociales que imprimen la subjetividad de su usuario a todo momento. Los celulares con cámaras fotográficas y las diversas redes sociales explotaron de los rostros de sus usuarios, antes anónimos. “Selfie” del inglés “autofoto” data desde 2002 cuando se la utiliza por primera vez en Australia en un foro sobre internet, en 2013 se consolida como el término más usado del año. El Oxford English Dictionary la incluye entre sus neologismos.

 

Desde hacia nos llega el uso de la palabra “Selca” haciendo alusión al mismo término de tendencia global, viral por la web.

El asunto llega a tener tanta presencia en la redes sociales que los intelectuales se apuran por teorizar al respecto. Filósofos, artistas, sociólogos y otros, comienzan a indagar en el “Selfie” ya que la novedad es que los rostros de millones de usuarios ocupan lugar en el espacio virtual. James Kilner, neurocientífico declara en la BBC, su sitio web:

“Durante nuestra vida nos volvemos expertos en interpretar las expresiones de otra gente, pero tenemos muy poco conocimiento sobre nuestra propia cara. Cuando a la gente se le pide escoger, entre muchas, la fotografía que se parece más a ellos mismos, sistemáticamente escogerán imágenes que han sido alteradas para que la persona parezca más atractiva. Es decir: tenemos una imagen de nosotros más joven y atractiva de lo que realmente somos”.

Un crítico de arte norteamericano Jerry Saltz explica en “New York Magazine”:

“Las selfies han cambiado aspectos de nuestra interacción social, lenguaje corporal, autoconciencia, privacidad y humor, alterando la temporalidad, la ironía y el comportamiento en público. Se ha convertido en un nuevo género visual, un tipo de autorretrato formalmente distinto de cualquier otro en la historia. Las selfies tienen su propia autonomía estructural. Esto es sumamente importante para el mundo del arte.”

Los selfies y los selcas revelan la enorme necesidad de humana de mirarse, tal vez, volverse a ver. La posibilidad de poder utilizar uno mismo una cámara fotográfica, tanto sea desde el propio celular u otro artefacto, permite a las personas comunes y corrientes registrar lo que sucede en sus vidas, malestares, viajes, anécdotas. Todo es registrado en la memoria de alguno de nuestros artefactos. ¿Un selfie-selca es un retrato? Muchos sostienen que no, ya que los diferencia radica en la singularidad del retrato y en la secuencia de los primeros [“Leer: Revista decana de libros y cultura. “2014]

Lo cierto es que los selcas permiten a muchas personas jugar a ser “pequeñas estrellas”, narcisismo de por medio, las redes sociales crean la sensación de ser uno mismo una suerte de celebridad que al publicar sus sucesos personales, recibe cierta atención. Los “Me gusta” traducidos a cualquiera de las redes sociales del momento revelan el “éxito” de una publicación, de una fotografía o de un enlace. Vivimos en una sociedad virtual de seguidores y seguidos, en donde la popularidad de los segundos es dada por el apoyo de los primeros. Volvemos a las masas, volvemos al anonimato de un gran grupo. La posibilidad virtual de generar un escándalo es mucho más fácil, las imágenes o las palabras ácidas o mórbidas de otros golpean sin avisar el monitor de nuestra pc. Ser una “Pequeña Celebridad” es muy simple. Las palabras de Andy Warhol nunca fueron tan certeras.

Los antiguos llamaban a la posibilidad de “contemplar el interior” como un privilegio de las clases altas. Esa contemplación, ésa posibilidad de educarse, culturalizarse más tarde tomó la forma de otras actividades. Ocio y cultura, pasaron a ser los privilegios de unos pocos. El sistema de trabajo obligó a millones a enlistarse entre sus filas y a unos pocos no. Recuerden lo que sucedió en Japón con el adjetivo “Kawaii”: la gente necesita refugiarse, o eso parece, de los tiempos laborales, del curso del mundo.

Hasta hace poco tiempo, las “estrellas” sólo contaban con una “vida pública”, en la actualidad las redes virtuales permiten generar globalmente comunidades pequeñas y cerradas entre interesados. Entre ellos nacen personalidades anónimas pero con mucha presencia dentro de esos círculos.

La ante-última estación de este viaje hacia el mundo Ulzzang, no llevó por: La idea de Belleza, por el concepto japonés “Kawaii” y por los conceptos actuales de “Selfie” o “Selca”.

Ulzzang (얼짱): El Imperio del “mejor rostro”.

El término se define como:

Etimológicamente hablando “eolgul” (얼굴) “rostro”; y “jjang” (짱) “mejor”. La descripción real o virtual de aquellas personas que poseen principalmente un rostro bello y que por esta simple característica han ganado mucha popularidad, principalmente en todo tipo de concursos en los que se eligen las personas con dicho atributo. Los “Ulzzang” se han vueltos globales y modelos de las más diversas marcas privadas.

La razón Ulzzang es: verse bonito o bonita. Decorados con una gran cantidad de efectos en sus fotografías o utilizando moda “cute”, estos personajes de la web suben centenares de fotografías de sí mismos en las redes sociales que utilizan. Existen incluso, sitios que aconsejan cómo ser Ulzzang, explicando cuáles son las mejores tomas de fotografías, maquillaje y hasta gesticulaciones. Algunas de sus características son:

• Rostros blancos y ovalados, tendiendo a una forma triangular invertida. Barbillas pequeñas.

• Ojos grandes, ayudados con maquillaje o programas de edición.

• Narices pequeñas.

• Bocas pequeñas y maquilladas especialmente sobre las comisuras de las mismas.

• Uso de lentes de contactos.

• Pelucas o pelos tenidos de colores diversos.

• Gestos infantiles o suaves, resaltando gestos en bocas y ojos que guiñan; todos presumen ser tímidos.

• Bijouterie infantil, simple y colorida. Igual que los anteojos que muchos no llevan vidrios.

¿Podemos pensar al Kpop sin Ulzzang? Parece que no. La gran mayoría de las girls bands que se inician utilizan la temática ulzzang-cute-kawaii para conquistar a un público demandante de lo mismo. A su vez, las boys bands iniciaban en este último tiempo con el mismo estilo, hasta que hace tan sólo uno o dos años, las bandas masculinas debutaron ya con el ideal más occidental: rudeza, voces masculinas, cuerpos musculosos, bandas callejeras, pandillas, etc. Pero el estilo es engañoso, es traidor; muchas veces, tras las presentaciones los mismos hombres arrojan todo tipo de gestos ulzzang a su fervoroso fandom. Pese a la búsqueda de una estética más ruda, los mismos coreanos sucumben frente a su propio mainstream.

La distancia entre nuestro idioma y el de ellos es importante, lo que muchos llaman “el muro del lenguaje”; dificultosamente podemos ahondar en las representaciones mentales que las traducciones nos dejan ver -en relación a las ideas sociales de los coreanos-; pero por lo general, la idea de masculinos o “bad boys” están asociados a “esas personas rudas de los metros” o “a pandillas” como lo explica un MC que entrevista a la banda NU’EST. Metros, cultura callejera y artes marciales completan el concepto coreano de la masculinidad más agresiva.

Cuando hablamos de Ulzzang también lo hacemos de los masculinos, quienes imitan muchas de estas características que sostienen las mujeres surcoreanas, japonesas y chinas principalmente.

“El diablo se viste a la moda [Ulzzang].”

¿Qué sucedió cuando el espíritu “Ulzzang” llegó a Occidente? Ni Lauren Weisberger lo hubiese imaginado mejor. Los occidentales principalmente por el lado otaku-kpoper comenzaron a familiarizarse con el estilo,  sorprendidos frente a la belleza de las japonesas primero, después las coreanas y también algunas chinas, se concentraron en acercarse lo más posible a la “imagen” que veían. Imitaron el estilo.

La cuestión se volvió interesante en Occidente, principalmente en Hispanoamérica, ya que muchos de los decretados ulzzang latinos comenzaron a ser muy populares en ciertos círculos virtuales. Estos mismos, comenzaron a subir sus diferentes fotografías en sus redes sociales y comenzaron a comportarse como pequeñas celebridades locales, subiendo a la red, su vida cotidiana. Las ediciones de las fotografías crearon una red social como Instagram, saquemos cuenta.

Una entrevista con una ulzzang con mucho recorrido y lectura (a la que se le respeta su pedido de anonimato), nos explica que: “Todos nos editamos, ulzzang que no se edita no es ulzzang; (…)” y resalta la figura de Alexia Kyung, diciendo: “Para mí ella fue una de las primeras ulzzangs. El ulzzang se basa en las facciones de la cara asiática (ya que es un estilo asiático). Nosotras, latinitas, no tenemos nada de lo que especifica el estilo. Es más, los asiáticos, no aceptan a los ulzzangs/aprendices latinos. Para ser ulzzang uno debe ser coreano, sino no puede. Por eso, Alexia nos demostró que podríamos serlo, sin ser asiáticas.”  La frase de esta ulzzang resultó doblemente espinosa, ya que agrega: “Es más, a mí, personalmente, muchos asiáticos me molestaron en la red. Te dicen: Que no eres ulzzang, que tienes que ser coreana, que esto y lo otro.” Clarifica su posición frente a la cuestión latina: “Entonces, sí se quiere valer uno de los orígenes del estilo, nosotros, los aprendices ulzzangs latinos, no deberíamos ni siquiera poder existir.”

Esta ulzzang nos describe su relación con la edición y la fotografía, tan en boga ambas hoy en día: “Me gusta que mi cara se vea natural, me gustan mucho las selcas y no me gusta sacar fotos para después odiarlas o eso… Me gusta que mis fotos sean personales, me gusta la edición y obviamente el maquillaje.” Ella nos abre varias direcciones para poder pensar, por un lado la imagen, por otro el mismo grupo que circunda a las ulzzang, por otro lado, los ideales de Corea. Me quedo con la noción de imagen, en lo implican que sus fotos sean “personales” y “naturales”, también destacaré un papel: “no me gusta sacar fotos para después odiarlas.”

Matsumosaurio, una de las brillantes autoras de esta misma página, nos confía algunas palabras: “Lo que yo no entiendo bien es esto: Muchos dicen que tú puedes ser ulzzang, me parece que tampoco toman mucho la piel en cuenta, me he fijado que hay pocos ulzzang morenos (vi por ahí una chica morena que al parecer es la única que practica ésto), pero vale decir que otros sostienen que los morenos no pueden ser ulzzang. También he leído por parte de los coreanos que una persona no puede auto-proclamarse ulzzang.” El fenómeno es muy interesante, ya que parecen existir ciertos requisitos, muy estrictos.

Nuestra culta compañera ha investigado el fenómeno y sostiene: “Para ser ulzzang la gente debe de darte el título, tú mismo no puedes ponerlo, solamente ellos.”  (Yo agrego: la alteridad es la que sanciona lo que uno es). A su vez, también me explica que muchos ulzzangs populares en estos círculos, destruyen más de lo que ayudan a sus inspirados fans. Imagino que pertenecer a un círculo determinado siempre implica un rol dentro del mismo. Los Ulzzang populares juegan a ser pequeñas celebridades. Tomo este detalle también.

Los Ulzzang en Occidente se destacan por innovar en un estilo visual que no los recibe con el mismo cariño con el que ellos lo expresan y habitan, se blanquearon hasta más no poder, no importa si ello implicara limón, bb-creams o toneladas de maquillaje, que la jerga bromea llamando “harina”. Independientemente a este detalle, los occidentales utilizan el fenómeno coreano, se identifican en ellos, editan sus fotos, se aconsejan, se aman y se odian, se ponen en movimiento. Lo que pasa con cualquier grupo humano, en cualquier parte del mundo.

 Ulzzang (얼짱): Cuando la imagen amortigua.

 Laberinto de espejos y pantallas:

Las dos condiciones que determinaron a los Ulzzang y a los Selfies son:

1. La nueva era tecnológica.
2. La digitalización de la imagen.

El comportamiento Ulzzang obedece a los nuevos tiempos virtuales, donde el sujeto está escondido en el monitor de las pantallas que posee: televisor, celulares, computadoras de todos los tamaños, consolas, etc.; jugando a sera veces espía, a veces celebridad, las personas usuarias a la tecnología actualmente, han desarrollado su capacidad escópica, su capacidad para observar, están en muchos sitios al mismo tiempo, actualizados, alternan y combinan.

En las más diversas redes sociales, algunos de sus usuarios se someten a preguntan de extraños a través de un “Ask” que por lo general, siempre se esconde en el anonimato. Estas preguntas por lo general, sin filtro, apuntan a la intimidad de la persona, a veces a lastimarla o exponerla. Los usuarios parecen jugar a responder estas preguntas como si estuvieran en su propio rueda de prensa, sorteando hábilmente preguntas incómodas y ácidas: sexualidad, alimentación, hábitos, intimidad, y todo tipo de curiosidades saltan en la pantalla de uno, por puño y letra de un anónimo. Las personas no pueden ser heridas, cuando tienen reciben mucho amor. Eso parece.

Sigmund Freud nos habló del NARCISISMO, concepto que no le pertenece, sino a Näcke desde 1899; pero que se sirve para expresar que: “Es el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación, de la que se le atribuye una dosis a TODO SER VIVO.” [“Introducción del Narcisismo.” 1914*] Lo que significaría, más o menos, que todo el mundo -en mayor o menor medida- cuida o ama a su propio cuerpo o a su propia persona como objeto de amor, como lo-amado. Recuerden los miles de selcas y selfies de celebridades y anónimos en las redes sociales, recuerden las poses y gestos ulzzang por doquier. La imagen de uno mismo aflora en todos los sitios virtuales, de desearlo uno.

Freud incluso nos explica que “los delirios de grandeza, propios del narcisismo infantil son amortiguados en el adulto” [*] pero que, previo a ello, en la primera infancia se ha constituido en el interior de nosotros, un “ideal” que se mide con nuestro “yo-actual”. En ése primer “Ideal” recaen todas las posesiones valiosas para la propia persona, siendo que el hombre no quiere privarse de la perfección narcisista de su infancia, de lo “bello” y “hermoso” que fue. ¿Para quién? Pues para sus padres. Así, con esos ideales, intenta conseguir a más no poder, ésa belleza, ése esplendor, e intentará llevarlo a cabo, se adornará con objetos, brillará. (Nunca lo “Kawaii” tuvo tanto sentido). Algo dentro de nosotros nos mide a nosotros mismos, entre lo que fuimos y adoramos ser y lo que somos y queremos ser.

Es tan importante construir un narcisismo saludable, que Jean Jacques Lacan, en uno de sus seminarios (Seminario I. Capítulo XI: “Ideal-del-Yo y Yo-Ideal”) habla con un compañero llamado el Dr. Leclaire, retomando a Freud en [**] y explicando que:

El sentimiento de sí [lo que nosotros conocemos hoy por “autoestima”] tiene 3 orígenes:

1. Satisfacción narcisista primaria.
2. Criterio de éxito, la sensación de éxito.
3. Gratificación recibida de los objetos de amor, es decir, de las cosas que amamos o nos amaron.

Es decir, que el autoestima dependería más o menos de estas tres cuestiones. No cualquier persona se auto-proclama ulzzang: ¿no? “El desarrollo del “Yo” consiste en un alejamiento del narcisismo primario crea una intensa tendencia a conquistarlo de nuevo. Esta alejamiento excita la realización de aquél ideal” dice Lacan en el mismo Seminario. No es curioso que un Ulzzang o que los afanes Kawaii japoneses desde los 80 busquen estos detalles característicamente infantiles, moviendo a su vez el contexto hiper-represivo de su cultura, imaginemos que existen miles de objetos para poder utilizar como contra-culturas: ellos eligen lo “hermoso”, lo “tierno”.

“Espejito, Espejito que me ves, la más…”

Cuando hablamos de narcisismo lo hacemos desde el costado más humano, entendiendo que todos en algún punto somos IMAGEN. Yo soy imagen, Freud era imagen,  Yago Koji es una imagen, ustedes son imágenes, nuestros perfiles son imágenes. El narcisismo es necesario, como las imágenes lo son. Pero cuando se establece una imagen, debe existir un Otro, una persona que pueda ver esa imagen. Los ulzzang saben muy bien cómo utilizarlas y cómo pararse frente a ellas.

Monsieur Lacan en el mismo Seminario que mencioné arriba pero en el capítulo XX: “Los dos narcisismos”, incluso llega a teorizar que lo que desencadena la respuesta sexual entre animales es la imagen del compañero sexual, la imagen, sencillamente eso, pensemos que los animales no poseen el aparato del lenguaje. A su vez, insiste en algo con lo que Freud había iniciado el 1900 en “La Interpretación de los Sueños” cuando nos dijo: “el mecanismo del aparato psíquico y lo que aprehendemos son imágenes. Las instancias psíquicas deben entenderse mediante un esquema óptico.”

Los ulzzang explotan su belleza, la llevan al máxima, la disfrutan y la muestran. La noción de belleza nos parece a todos muy ambigua, pero por ello contamos con la noción de imagen. Cristina Savid en “Construcción de la subjetividad y sus tropiezos. Capítulo XII: Constitución del Yo. Narcisismo y estadio del espejo”, nos dice algo muy interesante:

Somos inducidos a representar imágenes de imágenes. […] Si los dichos que operan como molde, será recibido por el niño como cohesión  Escuchamos: “Mi segundo hijo es más aplicado que Luisito. María es una nena tranquila. Cuando un niño está representado al modo de muletilla u holofrase se transforma “lo dicho” en marca de identidad, empujando al niño a ser Eso.

Sencillamente “Ulzzang, como todos ya sabemos; es una persona sumamente bella de lo que usualmente se acostumbra ver” dice un portal. Cuando se pregunta sobre estas condiciones, los adeptos al fenómeno sólo responden características visuales. ¿Qué es ser ulzzang?: Es ser bonito, o bonita, tener un rostro redondo, labios pequeños, etc. La imagen es a los Ulzzang lo que la cultura pop asiática es a Xiah Pop!: matrimonios.

“¿Eres tú?”

Los últimos tiempos la edición digital de imágenes se ha ocupado de la edición apoyada en computadores de imágenes digitales, comúnmente con gráficos rasterizados, en la mayoría de los casos fotos o documentos escaneados. Estas imágenes son modificadas con el fin de alcanzar la meta deseada, reza Wikipedia.

Las ediciones llegaron tan lejos que convirtieron nuestras imágenes reales en otras cosas, otras imágenes. Diana Sahovaler de Litvinoff escribe sobre la realidad virtual pero desde el prisma psicológico, agudísima, nos dice en “El sujeto escondido en la realidad virtual. De la represión del deseo a la pornografía del goce.”[2009](*):

La consulta, a veces compulsiva, de mensajes en las pantallas, el alivio que se experimenta al entrar en páginas o en juegos conocidos, pone en evidencia la necesidad de VER PARA VERSE, necesidad que, como queda siempre insatisfecha, motoriza creaciones pensadas o angustias impensables. Nada termina por asegurar una existencia que se escabulle, por capturar una visión que se escinde entre la imagen y la mirada.

Miles de imágenes y videos son colgados por ulzzangs, ellos exponen su universo colorido y tierno en las pantallas y el fandom pro y anti, se deleitan con ellos con la misma intensidad. Diana en ése mismo capítulo “La subjetividad en el ciberespacio”, nos dice: “La mirada del sujeto siempre busca otra mirada en la que pueda reconocerse para la confirmación de una identidad invariablemente huidiza y que le asegure que resulta significativo, que resulta amado.” [pág. 35] Los ulzzang ha diferencia de lo que considera la platea anti-fan, son personas muy sensibles tanto a la mirada como a la palabra de los otros. De aquí, su belleza, virtual o real, ellos dan la vida por esto. Muchos en posición de estatuas, otros en posiciones más activas.

“¿Eres tú?” le preguntaron a una ulzzang en una foto de perfil de la red social más popular. Ella respondió que sí. Para quienes la conocíamos en la vida real, la imagen era diferente, sus rasgos lo eran. Los programas de edición, han permitido desacreditar el valor de la imagen en sí, la posibilidad de digitalizar un objeto virtual quita cualidades reales, pero añade otras cualidades virtuales al mismo.

La identidad social hoy en día se expone en las redes sociales, se enraíza en las imágenes y se moviliza en la electrónico; pero es sostenida por la subjetividad de la gente, por su mismo usuario, sea cuál sea la forma de expresarse de ése usuario, lo que está tras de eso, es un sujeto, un sujeto al que “los mensajes virtuales son capaces de crear fuertes efectos de significación”(*)

Algo de la identidad en el mismo Ulzzang, de su pasado, suaviza, amortigua con sus fotos, sus selfies, su popularidad, el paso de niño a joven, de niña a joven, de jóvenes a hombres y mujeres. Imagen-Ulzzang parece acompañar ése momento de pase de la adolescencia a la juventud, a diferencia de Corea del Sur, en donde es un trabajo con salario. Es importante poder encontrar los móviles que nos ayudarán a transitar momentos en nuestras vidas.

Es curioso que el fenómeno sea surcoreano, ya que hemos estado a cuenta con la enorme demanda de cirugías estéticas en aquel país (Corea del Sur es el país del mundo con mayor tasa de intervenciones: 74 por cada 10.000 habitantes, muy por delante de Brasil (55), Taiwán (44) y los EE UU (42)), por ejemplo. Recientemente una fotógrafa llamada Ji Yeo del mismo país retrató los dolorosos post-operatorios de sus compatriotas. Ji Yeo se sorprende al viajar al exterior y dar cuenta que en su país son muy firmes aún, lo “valores tradicionales” de “feminidad aniñada e inocente”.

“A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” es la continuación de “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll.

Tal vez, como la continuación de la saga de Alicia y sus maravillas, las personas pudieran tratar de jugar con el espejo, y encontrar dentro de él, lo que no hay fuera, lo que no se refleja. Ésa es la belleza más difícil y más hermosa de captar, la que no se ve. Por ello, hoy dejaré esta película de Kim Ki Duk para la reflexión, se llama “Time”: