Yosegi-zaiku, el hermoso arte de la marquetería japonesa
La tradición del Yosegi-zaiku (marquetería japonesa) tiene casi 500 años de vida, y es conocida mundialmente por su belleza y la enorme dedicación de los artesanos que trabajan con ella.
La humanidad ha utilizado la madera para diferentes fines desde su origen. Para cazar, para construir, para cocinar. Y, por supuesto, también para hacer arte.
El arte de Yosegi-zaiku (寄木細工), la marquetería japonesa, es reconocido en todo el mundo por su belleza y su complejidad. Además por la paciencia y dedicación de quienes se dedican a crear estas obras.
El resultado es realmente refinado y único, tan único que es imposible producir estas piezas en serie.
Cada artesano a cargo de esta disciplina tiene su estilo particular y distintivo, por lo que los trabajos de los pocos que se dedican al Yosegi son fácilmente identificables y diferenciables.
Los orígenes del Yosegi-zaiku
El Yosegi consiste en combinar en forma de mosaicos las diferentes texturas y los diferentes colores de la madera natural, cortadas y combinadas siguiendo un patrón determinado. Se utiliza para decorar otros objetos artesanales hechos en madera.
Para crear estas obras lo único que se utiliza es la creatividad, la paciencia y el esfuerzo del artesano, y la madera trabajada para obtener el resultado deseado.
No se usa ningún tipo de tinte artificial, todos los colores que se observarán en el resultado final son los colores propios de cada tipo de madera utilizada.
La marquetería Hakone-yosegui-zaiku surgió a finales del período Edo en Japón (1603-1867), en la región de Hakone, de allí el “hakone”. Este pueblo, cien kilómetros al este de Tokio, es reconocido por su producción de himitsu-bako, es decir, las cajas japonesas de apertura secreta, que son mayormente decoradas con el Yosegui-zaiku.
El Yosegui fue creado por un artesano local, Nihei Ishikawa (1790-1850), aunque en ese momento aún no se popularizaba como forma de decorar los objetos ornamentales.
Recién en la era Meiji (1868-1912) el uso de himitsu-bako se expandió por Japón, y la técnica elegida para decorarlas fue la del Yosegui-zaiku. Los maestros artesanos Takajiro Ohkawa, Tatsunosuke Okiyama y Kikukawa, también del pueblo de Hakone, fueron quienes incorporaron el Yosegui a las himitsu-bako. Desde entonces, su uso se ha expandido a otros objetos de decoración o de uso diario, como bandejas, juegos de té, joyeros, muebles, marcos de fotos o macetas, para lo cual se utiliza incluso hasta hoy.
En 1984, el Ministerio de Industria y Comercio Internacional de Japón otorgó a este arte manual la etiqueta nacional de artesanía tradicional.
¿En qué consiste este arte?
Esta técnica ornamental consiste en trabajar listones de diferentes tipos de maderas, secos y curados apropiadamente, sin corteza.
Cada listón se lija hasta llegar al acabado más suave y lustroso posible, y luego se los recorta en piezas cada vez más pequeñas de forma manual o, minoritariamente, con sierras específicas.
Estos pedazos de medio centímetro de grosos aproximadamente, y luego se los va pegando entre sí siguiendo un diseño determinado.
A medida que este arte se fue popularizando entre los artesanos japoneses, estos empezaron a competir y a crear diseños cada vez más minuciosos, detallados e intrincados para así lograr llamar la atención de los compradores.
Para realizar estas preciosas obras, se utilizan los siguientes tipos de madera, todos autóctonos de Japón:
- Rojo: Cedro chino.
- Azul: Bilimbi.
- Negro: Árbol de Katsura o árbol del caramelo envejecido.
- Blanco: Huso Japonés o Ilex macropoda.
- Púrpura: Nogal.
- Amarillo: Picrasma quassioides, morera o rhus.
- Marrón: Alcanforero o maackia.
Ninguna de estas maderas se tiñe, sino que se utilizan las tonalidades propias de cada árbol.
Más que una artesanía
Al igual que muchas formas de arte japonesas, como el sumi-e o el kintsugi, la práctica del Yosegi-zaiku se asocia con la conexión con el ser interior y con la meditación.
Esto se debe principalmente a la enorme cantidad de tiempo que requiere, desde horas para una pequeña pieza hasta semanas o incluso meses para otras más complejas. Para completar su obra y sacar su máximo potencial, el artesano debe enfocarse totalmente en su trabajo, y dedicarle toda su atención a cada trozo de madera a trabajar.
Además, a esta práctica se une un enorme respeto a la vida de los árboles, y a la naturaleza individual de cada tipo de madera, y se reconoce cada particularidad y cada propiedad única de los árboles utilizados.
Si bien actualmente la creación de Yosegi-zaiku tiene mayor intervención de la tecnología a través de las sierras y de pegamentos artificiales, hay una gran cantidad de artesanos que siguen respetando a rajatabla el trabajo ciento por ciento manual en sus talleres, lo que le da al Yosegi una naturaleza muy personal e íntima.
Así como hay una enorme variedad de objetos intervenidos con Yosegi, existe una gran variedad de precios y de complejidad en cada obra. En resumen, hay una pieza de Yosegi única hecha por un artista, para cada una de las personas en el mundo.
Fuentes: lexusauto.es, amp.blog.buy-es.com, roppongi.fr, otakusenvenezuela | Redacción: Carla Bastien ©2008-2021 XiahPop | Todos los derechos Reservados | All Rights Reserved