Iki: la esencia del estilo japonés


Será objeto de esta nota el libro de Kuki Shuzo (九鬼 周造), “La estructura del iki: reflexiones sobre el gusto japonés” en el que a través de un discurso filosófico moderno y de vanguardia, se intenta profundizar sobre determinadas cuestiones de la cultura nipona.

Si tomamos los antecedentes inmediatos del contexto de creación de esta obra, nos encontraremos con un Japón con solo algunas décadas de haber sido “re-inaugurado” al mundo occidental luego del aislamiento que se extendió del año 1600 al 1868.

Basaré mi reseña en el comentario que hizo Anna Kazumi Stahl en un artículo de la revista Ñ.

La Restauración Meiji: vientos de cambios (y modernidad)

De alguna manera u otra, con un poco más o menos de detalle, conocemos los cambios que acarreó la Restauración Meiji, lo que se tradujo en una revolución cultural y de las costumbres que cambió casi por completo estructuras fundamentales de la sociedad japonesa. Los cambios se manifestaron en ámbitos tan variados como fueron los de la escritura, el vestuario, la redefinición de conductas sociales, modales e incluso a la incursión en terrenos propios de la ciencia moderna.

Es en ese contexto que debemos ubicar el trabajo de Kuki Shuzo, el autor del libro que nos ocupa.

Emparentado con el pensamiento de Tetsuro Watsji o Kitaro Nishida, en el que se daba libre curso a la filosofía comparativa de Oriente y Occidente. La educación europea que se acostumbraba en ese entonces para aquellos japoneses que tenían la posibilidad, influía de manera certera en la cosmovisión propia de cada uno de estos pensadores. En su vuelta a Japón venían imbuidos de ideas de modernidad que bregaban por definir una identidad nacional acorde a las circunstancias propias de esa época.

La vida de Kuki, tal como nos dice Anna, se ve reflejada en “La estructura del iki” en cuanto el placer mundano de un dandy al estilo de Charles Baudelaire. La mixtura del pensamiento del filosofo japonés le permitió involucrarse en experiencias dispuestas a conocer el lado más sensual de la elite de Paris, como la de abstraerse de ese mundo en el que muchos casos le era ajeno. Su profusa obra poética da cuenta de ellos también, hallando títulos como Pari ShinkeiPari no negoto o Pari no mado.

Dada esta sensibilidad, podemos explicar el abordaje que se hace en el libro, que combina lo intelectual con lo sensorial. Es tal lo que el autor quiere plantear, que concentra parte de su estudio en el contexto de una zona roja de la ciudad capital.

Acabado el régimen feudal, los roles sociales se resignifican. Es allí donde toma conciencia sobre el iki, y dada esa magnitud lo entiende como “un fenómeno de la conciencia, intrínseco para el ser japonés”.

Sé que hasta el momento no estoy diciendo demasiado e incluso el tema les puede resultar ajeno a las temáticas a las que estamos acostumbrados. Profundizar en temáticas como estas nos permiten, sin embargo, entender fenómenos que décadas más tarde se manifestarán en la cultura popular dando origen a lo que hoy conocemos, tanto en el ámbito de la música, como en el cine, manga y anime.

Recojo la premisa de Anna, y comparto la idea de que “La estructura del iki” es visto como un tratado filosófico.

No esperen encontrar en el un lenguaje sencillo o informal, sino que adquiere un carácter académico que en muchos casos puede plantear ciertas distancia para con el lector. Sin embargo, el valor del mismo está en echar luz sobre ciertas temáticas que por tiempo nos han sido ajenas. Considerarlo una simple guía de estilo, seria ser pocos considerados con la complejidad que revisten sus páginas.

Kuki Shuzo, teniendo la posibilidad de enfocarse en las cortes imperiales o la nobleza, propone un estudio en la que lo cotidiano y lo urbano se convierte en el eje principal de estudio.

El iki pertenece a entornos en los que, aun antes del Período Meiji, las clases se entremezclaban y los roles podían invertirse y los valores subyacentes en la cultura japonesa informaban el accionar de todos por igual. Pero, ¿qué es iki ? Por supuesto que, por tratarse de un rasgo único de los japoneses, no es fácil de traducir. En su ensayo, Kuki Shuzo comienza con el gesto de admitir sólo aproximaciones en otras lenguas, aunque indica la resonancia con la palabra chic en francés. De todas maneras, para enfatizar la dificultad, ofrece paralelos de esta misma no-traducibilidad en lenguas europeas: queda claro que esprit para los franceses se diferencia de Geist en alemán.

Continua ilustrando Anna en su articulo:

En la explicación clara que da el primer capítulo del libro, el lector llega a comprender porque iki no es una mera versión japonesa de chic sino una articulación de tres influencias que sólo pueden darse en el ser japonés: el ukiyo-e o “mundo flotante” de las casas de geishas y los distritos de entretenimientos, la tradición de los guerreros samurái, y el budismo. La tensión dualística entre las dos últimas corrientes da el característico fundamental a cualquier manifestación de lo iki.

Iki es el cuerpo esbelto, con una cintura grácil y el kimono que deja descubierta la nuca. La lectura es rica por estos múltiples juegos, entre el análisis riguroso y hermético, y el flirteo con detalles de un erotismo idealizado, transformada en pura estética.

La traducción al castellano de este maravilloso libro ha sido editada por “El Cuenco de Plata”, por lo que posiblemente aquellos interesados en la materia lo puedan encontrar en alguna librería importante o especializada en este tipo de temáticas.

Insisto, es un libro que reviste cierta complejidad en su lectura pero que nos enriquece en todo sentido por el nivel de análisis que nos propone. De vez en cuando es interesante involucrarnos con temas que nos resultan ajenos pero que al menos de manera indirecta se relacionan con aquello que tanto nos gusta. Espero haber despertado su interés.

Fuente: El Cuenco de Plata |  Anna Kazumi Stahl para Ñ | Redacción: Hiroshi © 2016 Todos los derechos reservados a Xiahpop®