La historia de la argentina que fue Princesa de Siam
Había una vez un príncipe que vivía en el reino de Siam. Este reinado se encuentra en el sudeste de Asia, en lo que hoy llamamos Tailandia. El príncipe se llamaba Birabongse Bhanudej, más conocido como el Príncipe Bira, y era nieto del famoso rey Mongkut (o Rama IV), del cual se habla en la novela de Anna y el Rey, pero esa es otra historia que les contaré más adelante.
El príncipe Bira nació en 1914, y a los 13 años partió a Inglaterra para seguir sus estudios. Su padre fallece y Bira queda a cargo de un tío quien lo anima a seguir estudiando en Cambridge, pero él prefiere seguir su amor por las artes y comenzar a aprender escultura. Siendo primero pupilo del escultor Charles Wheeler, sigue su educación en la Byam Shaw School of Art. Aquí conoce a Ceril Heycock, quien será su primera esposa.
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Además del arte, al príncipe Bira le apasionaba correr carreras automovilísticas. Motivo por el cual después de su separación de Ceril en 1949 llegó a Sudamérica para correr la Copa Eva Perón en Palermo. Su amigo Fernando Segura, argentino, le prometió que le iba a presentar a las mujeres más lindas de Buenos Aires para olvidar a su ex esposa… Y es ahí donde entra nuestra protagonista.
El romance de Bira y Chelita
Fernando le mostró una foto de Celia (“Chelita”) Howard, la cual era una de sus mejores amigas. El príncipe Bira quedó encantado, ¡pero ella no quería saber nada con él! Insistiendo en el encuentro, Bira fue a la casa de Celia y la convenció de tomar un café. Así, como en los cuentos de hadas, nuestra hermosa protagonista acepta y termina enamorando a Bira, quien le dice que no quiere despegarse más de su lado y que no la iba a dejar ir.
Ella le dijo que estaba loco, que era imposible. Pero él insistió y le pidió de hablar con su hermano mayor, al cual le confesó los sentimientos que tenía por ella: estaba terriblemente enamorado de Celia y quería casarse.
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Bajo la promesa a su hermano mayor, finalmente se casaron en París el 18 de Diciembre de 1951. Este enlace fue un acontecimiento mundial: ¡El príncipe y famoso corredor de carreras, se casaba con una ex empleada del Automóvil Club! Desde este momento Chelita pasó a ser la Princesa de Siam, la primera princesa argentina. Luego del matrimonio siguió la luna de miel en Tailandia y comenzaron las giras, el lujo, las joyas, y su participación en la corte. También vino un hermoso regalo: un niño al que llamarían Biradej, y apodarían Biri.
La separación Real
Pero este cuento de hadas encontró su final tras 5 años de matrimonio. La historia oficial no lo cuenta (si buscamos en los libros, nos dirán que fue por culpa de la difícil adaptación de Celia a la cultura) pero la misma Chelita nos relata lo que ocasionó la separación.
Ella llegaba a Bangkok con su hijito después de un viaje y se encuentra en el aeropuerto con el príncipe que acababa de llegar de Cuba, luego de unas charlas infructuosas con Fidel Castro para intentar construir una refinería de azúcar. Apenas llegan a su hogar, ve algo que le llamó la atención: una “broma” de los primos de Bira, quienes pusieron una foto gigante de Celia junto a la de otra mujer en la mesa del comedor.
Luego de pedirle explicaciones inmediatamente al príncipe, le confiesa que sí conoce a esa mujer, desde que se encontraron en el avión lo sigue a todos lados, le dice que está muy enamorada del príncipe y no se despega de él. ¡Incluso la chica le presentó a sus padres! y él… no hizo nada para evitarlo. Muy enojada, la princesa le dice que no puede soportar ver cómo rompe su promesa y se quiere ir. Y dicho y hecho; sin decir nada más en ese momento se fue con su hijito Biri y las valijas que acababa de traer de su viaje, esas que aún no había llegado a desempacar.
El reencuentro
Unos años después se reencontraron en Nueva York. Habían acordado encontrarse para que Bira pueda ver a su hijo (quien vivía con su madre) pero el príncipe tenía otros planes: la llamó para pedirle que vuelva con él, así podían vivir los tres juntos.
Chelita le contó esto a su hijo Biri, quien tendría más o menos 10 años, y él habló con su padre diciendo que no le interesaban los lujos de la corte y que quería volver a vivir en Argentina con su madre. Es así como vuelven a Sudamérica y Chelita se desvivió para darle lo mejor a su hijo. Lamentablemente, Biri fallece a los 17 años debido a un cáncer agresivo llamado neuroblastoma.
El fin de la historia
En Londres, el cuento de Birabongse tuvo su final. El príncipe que en ese momento tenía 71 años y varios matrimonios a cuestas (finalmente volviéndose a casar con Ceril Heycock) falleció de un infarto mientras esperaba el metro, y como no tenía su documentación consigo no lo pudieron identificar en el acto. Scotland Yard lo reconoció unos días después, luego de encontrar un papel escrito en thai en sus ropas, y tuvo su despedida con el debido funeral tailandés y budista.
La princesa, Chelita, hoy en día tiene 97 años, unos ojos preciosos, porte muy elegante y una sonrisa pícara. Recuerda con cariño a su a su ex marido, ese príncipe que la llevó desde Argentina a Bangkok, y a través de sus recuerdos nos cuenta esta historia en primera persona. Su historia, la vivida en carne propia, esa que no aparecerá en ningún libro oficial pero definitivamente merece ser contada.
Fotos y fuentes: Infobae | Recopilación y redacción: Paula Fernández © 2020 Todos los derechos reservados a Xiahpop®