Se reportó en los medios japoneses, que en la búsqueda de combatir el acoso escolar, algunas escuelas primarias de Japón han prohibido a los niños a utilizar apodos y referirse entre ellos con el honorífico “san”.

La polémica comenzó en una escuela de Tokio, el director de la escuela, Masaaki Uchino, comentó las razones por las que considera que el uso de este método es el correcto:

Si fomentamos el sentimiento de respeto hacia la persona con la que estamos hablando desde una edad temprana, no se llevarán a cabo acciones que dañen los sentimientos de los demás.

El honorífico San

Muchas sociedades asiáticas (principalmente China, Corea, Japón y Vietnam) mantienen sus relaciones sociales fundamentadas en el confucianismo. Esta religión y filosofía hace énfasis en la ética y virtud individual que alcanzará la estabilidad organizada en jerarquías y dogmas basados en los principios del yin yang.

Con la influencia de occidente en la era Meiji, esos principios confucianos, que se hicieron fuertes en Japón durante la era de los shogunatos, se fueron flexibilizando. Sin embargo, aún continúan presentes en las relaciones familiares y laborales. Uno de los más conocidos es el respeto a los mayores o al jefe.

Para dirigirse a esas personas se utilizan honoríficos, que si bien también los tenemos en nuestro idioma, en Japón son muchísimos más y forman parte del habla cotidiana. ¿Alguno que conozcas? Seguro que si digo sensei, senpai , sama, otosan u okasan sabes a qué me refiero. San también es un honorífico, y es empleado cuando queremos referirnos con respeto a una persona de nuestra misma edad.

La respuesta a la prohibición

Como habíamos comentado al principio, la prohibición generó un debate no solo en las esferas educativas sino también en las redes sociales.

Si bien el director alegó que la decisión de prohibir los apodos tiene el objetivo de evitar que se usen describiendo la apariencia física o puedan resultar insultantes, no todos están de acuerdo y creen que hay más salidas a esta problemática.

Un docente de una escuela de la ciudad de Saitama comentó su preocupación sobre esta decisión:

“Me preocupa que la prohibición de los apodos pueda dificultar la comunicación entre los niños y no genere problemas de sociabilización.”

El debate llegó hasta los internautas. Uno de los internautas que ha recibido más respuesta comentó cuál piensa que es la solución intermedia a la problemática basándose en su experiencia.

“En tercer grado, mi profesor nos hizo decirle al resto de la clase cómo queríamos que nos llamaran. Funcionó genial”.

El debate está abierto y si bien este caso es particular de la sociedad japonesa, el acoso escolar es una problemática que está afectando a todas las escuelas del mundo y obliga a buscar soluciones.

Fuente: International Press | Redacción: Magali Solodovsky, Micaela Farias | ©2008-2022 XiahPop | Todos los derechos Reservados | All Rights Reserved