Otra entrega del cine de terror llega a las pantallas, esta vez de la mano de Imaginario: Juguete Diabólico, que se estrena este jueves en los cines de Argentina.

El año pasado se estrenaron muy buenas producciones de este género que dieron que hablar alrededor del mundo, pero esta cinta no continúa con esta misma racha de buena calidad.

Estamos ante un producto que sigue muchos clichés y algún que otro intento de novedad, pero que solamente queda en eso, en un intento. Igualmente, no todo está perdido y tiene un par de cosas que se pueden rescatar.

¿De qué trata Imaginario: Juguete Diabólico?

La historia se centra en Jessica, recientemente casada con alguien que tiene dos hijas, una adolescente de mal carácter y una pequeña niña que no tiene problemas en aceptarla.

Todos se mudan a la casa donde vivió de niña y de donde se vio forzada a salir de una manera traumática, cuyos recuerdos la siguen atormentando en sueños.

Al poco tiempo, su hijastra Alice encuentra un oso llamado Chauncey, con quien entabla una estrecha relación. El resto de la familia lo toman bien al principio, aunque muy pronto se darán cuenta de que no todo es lo que parece.

Pyper Braun como Alice en Imaginary. Photo Credit: Parrish Lewis

Lo que se espera de una historia de terror

Y desde acá ya sabemos cómo va a seguir la historia y también como va a terminar. No tiene nada de malo visitar un subgénero, pero siempre sí esto significa traer una historia con tintes originales, algo nuevo que no aburra al espectador.

Acá tenemos elementos muchas veces visto, desde el padre que desaparece al comienzo de la película y ya nunca más sabemos de él. Por supuesto, todo para que su esposa pueda entablar una “mejor” relación. Y lo mismo cuando vemos a la hija adolescente, un personaje bastante molesto y con una actuación acorde a ese calificativo. Sustos que no llegan realmente a asustar y esto únicamente por nombrar algunos clichés.

DeWanda Wise como Jessica en Imaginary. Photo Credit: Parrish Lewis

Las novedades

Pero como dije, tiene aspectos positivos. El último tramo de la historia remonta bastante por momentos, aunque el aspecto técnico, especialmente la iluminación, no acompaña mucho.

Estamos ante una película bastante genérica, que marca todos los casilleros de “cosas que pasan” en una película de terror. Definitivamente no es algo que los dejará pensando al terminar de verla, pero es apta para pasar el rato sin mayores pretensiones

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