Japón y Argentina: 120 años no es nada…
3 de febrero de 1898. El político japonés Hoshi Tōru y el argentino Martín García Merou firman un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación en Washington. En ese momento, las relaciones diplomáticas entre Argentina y Japón habían comenzado. Sin embargo, la historia de los japoneses en Argentina es mucho más antigua.
Un registro de 1597 que afirma que los japoneses no son esclavos, permanece aún hoy en la antigua ciudad capital de Córdoba. En 1873, el grupo circense “Satsuma” apareció en el antiguo Teatro Colón. Mientras que en 1886 un japonés llegó a la Argentina en un barco británico. Su nombre era Makino Kinzō y fue considerado el primer inmigrante japonés.
El Sr. Kinzō desembarcó en la costa de la Provincia de Buenos Aires. Después se mudó Córdoba, y trabajó en la línea central de la empresa ferroviaria del Reino Unido. Aunque en los registros de la empresa se lo puede encontrar con el nombre de Miguel King.
En 1900, después de la firma del tratado de 1898, dos niños llamados Yoshio Shinya y Chūjirō Toriumi de 16 y 13 años, abordaron la Fragata Sarmiento en la cual se desempeñaron como camareros. De esta manera, al lograr llegar a la Argentina, fueron los primeros inmigrantes japoneses después del establecimiento diplomático.
La primer oleada
Tras la llegada de los japoneses a Brasil en 1908, ocurrió la primera gran oleada de inmigrantes a este país. ¿Pero por qué? Bueno, ese año, algunos japoneses partieron del puerto de Kōbe en un barco llamado Kasato Maru que también había trasladado nipones a Hawái en 1906 y luego a Perú y México en 1907.
Sin embargo, algunas personas no obtuvieron una buena experiencia laboral en en el país vecino, por lo que se marcharon a Argentina para comenzar una nueva vida. La mayoría eran okinawenses, es por eso que entre el 70% y el 80% de los nikkei argentinos son descendientes de estos.
Sus trabajo habituales eran en fábricas, frigoríficos, sirvientas, entre otros. Pero lo más notable era la jardinería, la fabricación de flores y la tintorería. De esta forma, comenzaban a insertarse poco a poco en la sociedad argentina.
De repente, los años pasaron. Se había fundado la Asociación Japonesa en la Argentina, escuelas japonesas como el Nichia Gakuin e incluso medios impresos. Aunque un hecho paralizó todo tipo de vínculo: la Segunda Guerra Mundial. Argentina decidió romper las relaciones diplomáticas entre los dos países y no fue sino hasta 1952 que esta relación se reiniciaría cuando se firmó el Tratado de Paz.
Visitas oficiales
Fue entonces cuando en 1967, se inauguró el emblemático Jardín Japonés de Buenos Aires con la visita del actual emperador japonés, Akihito. Cosa que hizo nuevamente en 1997 junto a su la emperatriz Michiko, un año antes de la celebrarse el centenario del establecimiento de relaciones diplomáticas en 1998.
Gracias a esto, en 1969 el primer ministro Nobusuke Kishi realizó la primera visita oficial al país. Los argentinos comenzaban a conocer poco a poco la cultura japonesa y sus valores. Actividades como el ikebana y las artes marciales eran bien recibidas.
Más recientemente, en 2014, el príncipe Akishino llegó a la Argentina donde se reunió con la comunidad japonesa en el Centro Okinawense en la Argentina y con la ex-presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Un público más interesado que antes
El crecimiento de la cultura representada en sus diferentes áreas como el idioma japonés, el anime y manga, la música tradicional y contemporánea, las artes marciales, la gastronomía y demás han puesto a la comunidad japonesa en un lugar cada vez más cercano por todos aquellos que creían que Japón estaba lejos.
En los últimos años, esta relación se ha profundizado aún más. El primer ministro Shinzō Abe visitó oficialmente Argentina en 2016, 57 años después de la primera visita de quien fuera su abuelo, Nobusuke Kishi.
Tras esto, el presidente argentino, Mauricio Macri fue a Japón, se reunió con Abe y firmó un acuerdo bilateral.
Un futuro prometedor
Al mismo tiempo, la comunidad nikkei duplicó sus esfuerzos gracias al trabajo del embajador Noriteru Fukushima. La actividad ha aumentado desde 2016 yaa sea a nivel cultural o a nivel empresarial. Por ejemplo, organizaciones como JICA apoyan a la nación argentina y a la comunidad.
También en las diferentes provincias que conforman la nación se han empezado a realizar diversas actividades con el fin de difundir esta maravillosa cultura que gana cada vez más adeptos. Incluso, en el último tiempo se han fundado varias asociaciones japonesas donde antes no existía ni una pizca de Japón.
Este año, debido a que se conmemora el 120º aniversario de las relaciones diplomáticas establecidas entre Argentina y Japón, creo que hay mucho camino por recorrer. Con respeto, integridad, unidad, cooperación, generosidad, paciencia, armonía, y en particular, con optimismo, estoy seguro de que esto crecerá aún más.
Celebramos 120 años de amistad este domingo 23 de septiembre con el Hanami Festival
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