¿Por qué creo que el K-pop es más que una etapa de la vida? No creo que nuestro hobby de la adolescencia o juventud no nos haya marcado, todo lo contrario, dejó huellas imborrables que hoy se reflejan en nuestra vida adulta.

Cuando empezamos a trabajar o estudiar en la universidad, muchos de nuestros hobbies son dejados de lado. La falta de tiempo, nuevas relaciones sociales y muchas veces el “qué dirán” hace que abandonemos actividades para intentar formar parte de nuevos grupos. Para pertenecer. A veces esos hobbies continúan ocultos para uno mismo, otras veces tratamos de olvidarlos, pero también hay casos en los que tenemos un grupo con el que mantenemos viva esa pasión y no perdemos oportunidad de juntarnos para disfrutar de eso que tanto nos gusta.

Magui tratando de enseñarnos sobre Stray Kids

Al parecer la pasión por el K-pop es algo que la mayoría suele experimentar en la adolescencia o al comienzo de la adultez, las estadísticas dicen que la mayoría de los fans del K-pop son mujeres de entre 13 y 20 años. ¿Pero qué pasa cuando cruzas esa barrera? ¿Automáticamente te deja de gustar el K-pop? Algunas personas suelen perder el interés en sus hobbies de adolescente cuando experimentan la vida adulta, otros transforman la forma de relacionarse con estas actividades.

Como fan del K-pop (de la K-wave o Hallyu en general) conocí el K-pop a mis 19 años. Ya venía del mundo del anime desde mi infancia, así que relacionarme con Asia no fue tan difícil. Experimenté el amor por algún que otro grupo y también perdí interés por las nuevas generaciones a medida que iba creciendo junto con mis idols preferidos de la juventud. Pero mi interés no desapareció, se transformó. El K-pop no es una etapa de la vida completamente superada, encontré otras formas de relacionarme con él.

Junto con el K-pop, conocí las series coreanas o K-dramas, empecé con los “clásicos”, esos que se podían ver en la televisión o, ejem, descargar en algún foro de dudosa legalidad. Pero debo reconocer que si bien los recuerdo con nostalgia, dudo mucho que pueda volver a ver la mayoría de estas series. Y sí, el mundo cambió, y yo también.

Por suerte los K-dramas evolucionaron, así que no tuve que abandonar el hábito de ver series. Es más, ahora que están las plataformas de streaming, puedo recomendarlas y conversar con mis amigas lo que pasó en el capítulo anterior.

Volviendo a los clásicos que se pueden volver a ver, como “Coffee Prince”

Gracias al K-pop y los K-dramas, conocí del idioma y la cultura coreana. Estudié coreano, leí libros, revistas, cómics y por supuesto me enamoré de su gastronomía. Y como si fuera poco, viajé dos veces a Corea del Sur, ¡Y cuando llegué hice todo lo que un fan del K-pop y los K-dramas debe hacer! O sea, gracias al K-pop conocí mucho más de la cultura coreana ¡Seguro a que a muchos de ustedes les pasó lo mismo!

Palacio Gyeongbokgung, Seúl, Corea del Sur. Marzo, 2018.

Pero volvamos al comienzo ¿Qué pasó con mi fanatismo por el K-pop cuando pasaron más de 15 años desde mi primer acercamiento? Sigo con la teoría de que no es una etapa, porque es cierto que cambió mi forma de relacionarme el K-pop ¡Pero nunca dejó de estar presente en mi vida!

Ya no escucho K-pop como antes. No reconozco los integrantes de nuevos grupos y no puedo stanearlos, hay una diferencia generacional muy abismal con los nuevos idols. Ocasionalmente, puedo tener algún arranque de nostalgia de clásicos, sigo escuchando bandas sonoras de series y alguna balada, pero ese tipo de relación idol-fangirl, la perdí.

Seguramente muchos de ustedes, kpopers +30 hayan pasado (o estén pasando) por lo mismo. Pero también les aseguro que algo quedó en ustedes y no fue más que una etapa. Conozco muchas ex fangirls del K-pop que son mamás o tías ¿No es así? A qué adivino… ¡Estoy segura de que sus hijos y sobris están fanatizados con el K-pop!

Déjenme decirles más, dejaron de estar al tanto de lo nuevo del K-pop, pero ¿puede ser que te hayan quedado amigos del club de fans? ¿Y se juntan a comer comida coreana ocasionalmente con esos amigos? ¡También adiviné!

¿Y sus padres, tutores o abuelos? Seguro que están perdidísimos con alguna serie o película coreana en Netflix, ahhh… si no hubiese sido por el K-pop… ¡Vieron que es contagioso!

En mi caso personal transformé mi pasión por el K-pop en hacer periodismo y producir eventos. Bueno, mi veta de diseñadora también aprendió mucho del entretenimiento coreano.

Coordinando el escenario K-pop en Buenos Aires Celebra Corea. Año 2019
Prensa de conciertos de K-pop. Año 2019

Conozco muchas personas qué gracias al K-pop hoy son profesionales: periodistas, organizadores de eventos, productores de conciertos, profesores de idioma coreano, creadores de contenido, cosmetólogos, diseñadores, divulgadores e incluso artistas.

Sí, a ustedes les hablo. Es verdad, no podemos reconocer a todos los integrantes de Stray Kids como lo hacíamos con Super Junior, o al menos nos cuesta más, pero si escuchamos K-pop en la radio o vemos que el K-pop llega a lugares que nunca imaginamos (como lo de la latita de Coca Cola Zero) nos agarra un cosquilleo, una linda sensación. Ya no estamos para discutir si BTS pavimentó el camino o fue la generación anterior, ahora disfrutamos de todos los logros. Estamos más allá. Escuchamos la música, vemos con orgullo lo lejos que llegó el K-pop, revivimos con nostalgia las tardes de streaming, las peleas de fandoms, ahorrar para conciertos o para las compras masivas.

No conozco a nadie que haya sido fan del K-pop y hoy lo odie, porque generó momentos inolvidables en nuestras vidas. Gestó amistades, empatía, respeto por otras culturas, unión, solidaridad, camaradería, complicidad. Hoy puede ser una pasión, mañana tal vez lo siga siendo, o no, pero seguro lo recordarán con nostalgia.

Por todo esto el K-pop no es una etapa en la vida, te va a marcar para siempre.

Ustedes ¿Siguen relacionados de alguna manera con el K-pop?