La Leyenda del lago Sol y Luna en Taiwán
El lago Sol y Luna es uno de los más grandes del país y hogar de la tribu Shao, uno de los pueblos originarios de la isla. ¡Hoy te contamos su leyenda!
Hace mucho tiempo vivía una tribu nativa llamada Shao, por las montañas cerca del centro de Taiwán. La gente plantaba maíz, taro, y arroz en sus tierras. También algunas veces cazaban y pescaban, viviendo una vida despreocupada y pacífica.
Un día soleado, se escuchó una explosión y comenzó a moverse el suelo. Solo se escuchaban los gritos sorprendidos de la gente que no podía ver nada, al haber desaparecido el Sol. “¡Se fue el Sol!” gritaban con miedo. No pudieron hacer nada más que ayudarse unos a otros a intentar regresar a sus casas ante semejante oscuridad.
Finalmente, y para alivio de todos, la luna salió de noche. De repente se escuchó otro ruido estrepitoso y volvió a moverse la tierra. ¡La luna también había desaparecido! “¡Desapareció la luna! ¿Qué vamos a hacer?” La gente estaba muy confundida y desesperada, ya que no sabían que había sucedido.
Al día siguiente, el sol seguía sin aparecer. Las plantas comenzaron a marchitarse, los peces a esconderse en las profundidades del mar, y los animales a perder su fuerza. “¿Qué vamos a hacer? Sin el sol las cosas no pueden crecer” se lamentaban.
Una pareja de jóvenes campesinos, DaJian Ge y ShuiShe Jie, dependían del sol para poder vivir. Sus campos estaban marchitándose y rápidamente decidieron armar un plan para poder recuperar el sol, o sino todo el pueblo moriría de hambre. DaJian Ge pensó “El sol y la luna deben haber caído en un valle profundo. Vamos a buscarlos.“
Al día siguiente, ambos salieron hacia el bosque, sosteniendo una antorcha y caminando con tenacidad. Cruzaron varios ríos, montañas y bosques pero seguían sin encontrar señales del sol. El mundo seguía en total oscuridad. finalmente, en la cima de una montaña, ShuiShe jie vio un poco de luz. Señaló en dirección al lago y le dio a DaJian Ge “¡Mira, creo que el sol y la luna se encuentran en ese lago!”
Felices, corrieron hacia el lago y se encontraron con dos dragones jugando con dos bolas de fuego, que resultaron ser el sol y la luna. “¡Se robaron el sol y la luna para poder jugar!” Ambos estaban muy enojados y querían recuperar los astros, pero tenían mucho miedo de los dragones también. La pareja se sentó sobre una roca para pensar un plan, pero no se les ocurrían ideas.
De repente, comenzó a salir humo blanco de la roca donde estaban sentados y DaJian Ge usó su fuerza para moverla. Al hacerlo, descubrieron un largo y oscuro pasaje. “Hay alguien viviendo en el pasaje, vayamos a ver” dijo DaJian Ge. Cuidadosamente, comenzaron a andar por el pasaje. A medida que pasaban por sus curvas, el ambiente comenzó a hacerse más oscuro y húmedo. Después de un tiempo, vieron la luz roja de un fuego que estaba prendido. Al mirar a su alrededor, se dieron cuenta de que estaban en una cocina, y había una señora de largos cabellos blancos cocinando.
ShuiShe Jie saludó suavemente “Señora, ¿cómo está?”. La señora se sorprendió. Levantando su cabeza, vio a la joven pareja y dejando de hacer lo que estaba haciendo les preguntó: “¿De dónde salieron? Hace mucho tiempo que no veo humanos por aquí.” También les contó que hace mucho tiempo estaba encerrada en esa cueva, ya que los dragones la habían tomado cautiva y la habían forzado a quedarse para cocinarles.
La joven pareja le contó el motivo de por qué estaban ahí. “Esos dos dragones son muy fuertes y despiadados, no van a poder ganarles.” dijo la anciana meneando su cabeza con tristeza. “No importa lo que pase” dijo la pareja “estamos determinados a recuperar el sol y la luna”.
“Lo sé” dijo la anciana. “Escuché que los dragones le temen al hacha y a las tijeras de oro que están escondidas en el monte Ali. Si las tiran en el lago, las tijeras y el hacha de oro se encargarán de matarlos.” DaJian Ge dijo con confianza: “Lo haremos. Las traeremos y luego te liberaremos.”
Dicho esto, ShuiShe Jie y DaJian Ge salieron para la montaña Ali (o Alishan). Cuando llegaron a la montaña, encontraron dos palos de madera y comenzaron a cavar sin descanso. Día y noche cavaron durante varios días, hasta que parecía que la montaña tenía un gran agujero. Luego de cavar tanto, finalmente dos elementos de oro salieron de la montaña. “¡Deben ser las tijeras y el hacha de oro!”, exclamaron, y se dirigieron rápidamente hacia el lago.
Cuando llegaron, los dos dragones se encontraban jugando aún con los astros. ShuiShe Jie rápidamente tiró las tijeras hacia uno de los dragones, la cual cortó su cuerpo en varias partes. DaJian Ge tiró también el hacha hacia el otro dragón, quien dejó salir dos gritos horribles mientras su cabeza era cortada por el hacha. La sangre de los dragones tiñó el lago de rojo, donde los astros flotaban en el ahora rojo y brillante lago.
Luego de rescatar a la anciana, la joven pareja se encontró con un gran dilema, ¿cómo harían para mandar nuevamente al sol y a la luna al cielo? La anciana recordó que comer los ojos del dragón hace que las personas crezcan en tamaños desmedidos y tengan gran fuerza, por lo que comiendo los ojos del dragón podrían poner de nuevo al sol y a la luna en su lugar.
Sin perder tiempo, fueron a comer los ojos de los dragones, y enseguida comenzaron a crecer. ¡Crecieron tanto que parecían dos montañas! Juntos, combinando su fuerza, lanzaron al sol de nuevo al cielo. El astro quedó a mitad de camino y comenzó a descender. Desconcertados, escucharon a la anciana decir: “Hay dos grandes árboles a los costados del lago. Úsenlos para sostener al sol y la luna y comenzar a subirlos.”
Así que es lo que hicieron. Tomaron los dos grandes árboles para subir lentamente al sol nuevamente a su lugar. Con esfuerzo, lograron que el sol vuelva a brillar como antes. Luego, hicieron lo mismo con la luna.
Al sentir la luz del sol, nuevamente las plantas comenzaron a crecer y la gente volvió a sonreír. Al finalizar el día, la luna también tomó su curso normalmente. ¡Todo volvía a su lugar!
En cuanto a ShuiShe Jie y DaJian Ge, tuvieron miedo de que los dragones regresaran y decidieron montar guardia cerca del lago para que no vuelva a suceder. Con el paso del tiempo, sus gigantes cuerpos se convirtieron en dos montañas: ShuiShe Shan y DaJian Shan. Y el lago donde ocurrió esta historia sigue siendo conocido como el lago Sol y Luna.
Para mostrar su gratitud a esta pareja, los habitantes de Cao Zu les dedican un baile anual, el cual se llama “El baile que sostiene la bola”. En este baile se lanzan coloridas bolas al cielo y se intentan mantener con palos de bambú, rememorando las valientes acciones de la joven pareja.
¿Qué les pareció la historia? Es una linda leyenda para recordar mientras se pasea por las orillas del SunMoon Lake, cerca de Alishan; hogar de los amaneceres más lindos entre nubes.
Redacción: Paula Fernández | © 2019 Todos los derechos reservados a Xiahpop®